El 5 de diciembre
de 1492, Cristóbal Colón llega a la isla llamada Haití, por los aborígenes que la
habitaban. Estos aborígenes en su mayoría pertenecían al grupo cultural taino, que era el grupo de mayor
desarrollo cultural de las islas del Caribe. Cristóbal Colón al verla la
bautizo con el nombre de La Española y el 12 de diciembre toma posesión de la
isla en nombre del reino de España. Bautizando el lugar por donde penetro a la
isla con el nombre de La Concepción, el cual al dividirse la isla en dos
colonias (Santo Domingo Español y Santo Domingo Francés) La Concepción quedo en
el territorio de la colonia francesa llamado Saint Domingue Francés hoy república
de Haití, y donde estaba la Concepción hoy se llama ¨l´Cu.¨ en el segundo viaje el 7 de diciembre de 1493, próximo a la
desembocadura del rio Baja bonico, el Almirante Cristóbal Colon funda la
primera ciudad del nuevo mundo bautizada con el nombre de la Isabela, cuyo
territorio hoy pertenece a la República Dominicana. Y es en ese lugar donde el
6 de enero de 1494, el padre Boíl. Ofició la primera misa
del continente usurpado. La isla de Haití, estaba dividida en 5
cacicazgos. Marién cuyo cacique era Guarionex, Maguá, cuyo cacique era Guacanagarix, Maguana, cuyo cacique era
Caonabo, Higuey, cuyo cacique era Cayacoa y Jaragua cuyo cacique era Bohechío. .
Los
aborígenes Taino, se consideran oriundos de la isla de Haití, aunque también
habían tainos en las islas Bahamas, en las Antillas Mayores: Cuba, Puerto Rico
y Jamaica. Y en las Antillas Menores principalmente en:
Guadalupe, Dominica y Martinica también habían siboney, lucayas, lokonos y
caribes, aunque en menor proporción poblacional. Los siboneyes eran abundantes
en Cuba y los caribes en todas las islas. Se dice que estos aborígenes eran
pariente lejanos de los Arawak, Los tainos constituían un grupo étnico que conformaban una
unidad socio-cultural. Con mayor grado de desarrollo en la
región, los cuales se dividían en Taínos, que eran los nobles, los
Nitaínos que eran los jefes inferiores y los Naborías que eran
los obreros. Los Caciques, eran los jefes del pueblo o Yucayeque.
Estos caciques tenían como asesores a los sacerdotes llamados Behiques.
Los Tainos eran pescadores,
agricultores y artesanos; personas laboriosa, disciplinada,
amable, dócil, pacífica y hospitalaria.
La
hospitalidad brindada a Cristóbal Colon y sus expedicionarios, por
Guacanagarix, cacique de Marién, era una muestra de la hospitalidad
del taino antes los desconocidos, extraños y diferentes seres que los
visitaban, lo cual representaba tanto para los marineros como para los
aborígenes más que un descubrimiento, un choque cultura desigual en todos los
aspectos. Mientras en Europa se vivía en la era del Renacimiento, estos
aborígenes caribeños estaban en la era de piedra. De ahí la superioridad que
sentía el invasor antes gentes de vivir y vestir tan simple. El mismo Almirante
Cristóbal Colon dijo que eran gente de amor y sin codicia. Mas luego
refiriéndose a sus estados de desarrollo desigual dice que son desnudos y sin
armas muy cobardes fuera de remedio. Estaban frente a hombres, niños y
mujeres semis desnudos y desnudos que apenas tallaban las piedras y hacían
vasijas de barros; cocían las raíces de yucas para hacer el cazabe y bebían
fermentación de raíces para la embriaguez; fumaban hojas de tabacos en pipas
vegetales; bailaban y cantaban al son de los jututos,
caracoles y palitos que golpeaban maderos ahuecados. Se disfrazaban de hojas
para ir a las guerras tribales y se pintaban de colores los rostros
como símbolo de belleza y amor a la naturaleza prodigiosa que les brindaba tan
paradisiaco paisajes llenos de arroyuelos, ríos, manantiales, lagos y lagunas y
una legión de aves tropicales. La extensa majestad del mar Caribe preñaba de
peces sus atarrayas, y el vaivén de sus canoas los llevaban a otras islas
tropicales. En cambio los españoles llegaron en tres carabelas: la
Niña, la Pinta y la Santa María, blindadas con cañones, trabucos y espadas; y
lo que es peor con una gendarmería compuesta por personas de la más bajas
estirpes del reino español y portugués. Comandada por un Almirante tan lleno de
codicias como su tripulación. Para muestra basta una reproducción de un fragmento del poema VERSAINOGRAM A
SANTO DOMINGO, del poeta universal Pablo Neruda.
´´Vamos a
recordar lo que ha pasado
Desde que
don Cristóbal marinero
Puso los
pies y descubrió la Isla.
¡Ay ¡ mejor
no la hubiera descubierto!
Porque ha
sufrido tanto desde entonces
Que parece
que el Diablo y no Jesús
Se entendió
con Colon en ese aspecto.
Estos
conquistadores españoles
Que
llegaron de España con lo puesto
Buscaban
oro y lo buscaban tanto,
Como si les
sirviese de alimento.
Enarbolando
a Cristo con su cruz
Los garrotazos
fueron argumentos
Tan
poderosos que los indios vivos
Se
convirtieron en cristiano muertos.´´
CAONABO Caonabo era el cacique del cacicazgo de MAGUANA el cual
estaba ubicado en la región del Cibao.
MAGUANA, se dividía en 21
nitaínos gobernado por el cacique Caonabo. Este
cacicazgo abarcaba el centro de la isla,
teniendo su asiento en el (corral de los indios), ubicado en la provincia de San Juan. Este cacicazgo abarcaba, las provincias de Elías Piña, San Juan, Azua, San José de Ocoa, Peravia, y San Cristóbal, además, las zonas montañosas de las provincias de Santiago, La Vega y Monseñor Nouel, en la actual República Dominicana.
La palabra Maguana en idioma taíno significa: "La primera de la Piedra,
la única
Piedra". Además su diosa madre era Apito, que
significa "Madre de la Piedra".
Según Hernando Colón, Caonabo era oriundo de las tribus caribes, oriundo
de la isla de Guadalupe. Hombre valiente y temido por los demás caciques. Conocido por sus habilidades de combate y por
su ferocidad. Estaba casado con Anacaona, que era hermana del cacique Bohechío.
El 13 de enero de 1493, Cristóbal Colón fue atacado a
flechazos por un grupo de aborígenes dirigido por Caonabo cuando trataba de
desembarcar al norte de la isla en un lugar bautizado con el nombre de Punta de
las Flechas ubicado en la península de Samaná, perteneciente
hoy a la Republica Dominicana.
Después de ese ataque, Caonabo recibió la visita de algunos
españoles del fuerte La Navidad. Por
iniciativa de su mujer Anacaona, en la cual se tratarían los asuntos de las
violaciones de mujeres vírgenes y casadas por parte de los españoles. Caonabo mató a los visitantes Rodrigo de
Escobedo, Pedro Gutiérrez y algunos de
sus hombres; después atacó por la noche el fuerte La Navidad destruyéndolo donde murieron los españoles que al mando de Diego de Arana,
habían quedado para su guardia.
Cuando Colón regresó de España a finales de noviembre de
1493, no encontró superviviente alguno de los 39 hombres que había dejado y
halló el fuerte La Navidad completamente destruido. Inmediatamente supo por el
cacique Guacanagarix que el culpable había sido Caonabo.
En marzo de 1495, Caonabo en una lucha frontal en la fortaleza de Santo Tomás, fue derrotado por Alonso de Ojeda. Donde su hermano Manicatex trató de rescatarlo.
Fue capturado y
entregado a Cristóbal Colón, quien lo
mandó como prisionero a España, en 1496, junto a 600 aborígenes. En el
camino fueron presa de un huracán donde murió ahogado junto a toda la
embarcación.
El bachiller
Andrés Bernáldez, cura de los Palacios, ofrece en su obra Historia
de los Reyes Católicos otra
versión acerca de la muerte de Caonabo, expresando que falleció de una dolencia
durante el viaje a España. En cambio, Fernando Colón, en la biografía que
escribió de su padre, asegura que fue apresado por los españoles en una batalla
que el Almirante sostuvo con los indígenas de Maguana, y que luego este lo
envió a España con un hermano suyo. Esa aseveración se deduce que es falsa, ya
que el combate, dirigido por Ojeda, tuvo lugar después de la prisión del Caonabo.
BOHECHÍO
BOHECHÍO, era
el cacique de Jaragua, el cual se dividía en 26 nitaínos. En este cacicazgo la
cultura taina había alcanzado su máximo desarrollo. con la muerte de BOHECHÍO,
ocurrida antes de 1502, su hermana ANACAONA le sucedió. El cacicazgo se extendía por todo el suroeste de
la isla.
Era el de mayor extensión, teniendo su asiento en un lugar llamado Yaguana, ubicada
donde hoy está la ciudad de Jacmel cerca de la ciudad de Puerto Príncipe, capital de Haití.
En este cacicazgo se daba la situación de que Bohechío,
siendo hermano de Anacaona,
tenía que residir en Yaquimo dentro
del cacicazgo de Jaragua, ya
que se mantenía en guerras triviales con pobladores de las región de los ríos Las Cuevas y Yuboa y el otro en el extremo suroeste de la isla denominada Guacayarima.
Esto forzaba a Bohechío a una doble alianza con el cacique de Haniguayagua para el control de los aborígenes del suroeste y otra con Caonabo por el control y acceso a la Plaza Ceremonial de Yuboa. La madre del cacicazgo de Jaragua era Zuimaco,
que derivaba de la unión de Jaragua:
Zui; y Yaquimo:
Maco.
El
cacicazgo abarcaba en la hoy Republica Dominicana las provincias actuales de Bahoruco,
Barahona, Independencia y Pedernales y en la actual Republica de Haití los
departamentos de Artibonito, Grand´Anse, Nippes, Departamento Oeste,
Departamento Sur y Departamento Sudeste.
Era el más anciano de los jefes taínos, Hermano de Anacaona, quien era esposa de Caonabo, cacique de Maguana tras la
muerte de Bohechío en el año 1502, Anacaona se convierte en cacica de Jaragua.
Bohechío ayudó
a su cuñado Caonabo a atacar el fuerte La Navidad que había ordenado construir el almirante Cristóbal
Colón con los resto de la nave Santa María, encallada el 25
de diciembre del 1492, en
territorio del cacicazgo Marién, gobernado por el cacique Guacanagarix.
El Padre
Las Casas afirma que de todos los caciques de la isla, el más ilustre y de
mayores cualidades era Bohechío, bajo cuyo mandato tenía cerca de 200 nitaínos.
Los habitantes de Jaragua, según Las Casas, se distinguían por su lenguaje de
tonos más suaves y armoniosos que los de los demás de la isla, sus finas
facciones y la buena disposición de sus cuerpos y ademanes.
ANACAONA
ANAKAONA. Cacica taína del Cacicazgo de JARAGUA, tras la muerte de su hermano Bohechío. En la lengua de los taínos su nombre significaba Flor de Oro. Era hermana del
cacique Bohechío. Se distinguió por su belleza, inteligencia y talento para
las poesías, memorizándolas para recitarlas en los areitos ante los otros aborígenes.
A llegar a la isla los
conquistadores Españoles, Anacaona se distinguió por su curiosidad y gran
admiración por estos extraños, ya que veía en aquellos hombres notables avances tecnológicos.
Pero los abusos que cometieron los que quedaron en el Fuerte Navidad contra las mujeres convirtieron
aquella admiración en abominación y les
vieron como una amenaza. Anacaona, convenció a su
esposo Caonabo,
para que lesionara a los intrusos. Cuando el Almirante
Cristóbal Colon regreso, el 28 de noviembre de 1493, encontró el fuerte destruido y los 39 soldados muertos.
EL
GENOCIDIO DE JARAGUA.
Por: Tirso Medrano.
El 16 de septiembre de 1501, la corona española nombra al Comendador de Lares y miembro de la orden militar de Alcántara Fray Nicolás de Ovando, como gobernador de la Colonia de Santo Domingo; en la clausula 21 de la encomienda dada dice expresamente los siguiente: ¨al tiempo que procurara la conversión de los indios al cristianismo, no permitirá la entrada de personas sospechosa en la fe, como moro, judíos, herejes, convertidos, salvo si fuesen esclavos negros que hayan nacido en poder de cristiano.¨ el 15 de Abril de 1502, llegaba a la colonia de Santo Domingo, con 30 naves y 2,500 hombres, Fray Nicolás de Ovando, quien es enviado a sustituir al Gobernador Francisco de Bobadilla. Es bueno señalar que dentro de ese numeroso personal vino a probar fortuna con apenas 28 años, el joven Bartolomé de las Casas. Este joven español vio tanta injusticia contra los aborígenes que en el 1510, a los 36 años es ordenado sacerdote en la Colonia de Santo Domingo y en el año 1514, hace su conversión definitiva en Sancti Espíritus, en la Colonia de Cuba. En el 1522 a los 49 años ingresa en el noviciado de la Colonia de Santo Domingo, como fraile dominico de la cual sale definitivamente indignado en el año 1535, por los tantos abusos a los nativos y africanos esclavizados. El año siguiente el Gobernador Nicolás de Ovando parte hacia el Cacicazgo de Jaragua con la expresa decisión de eliminar cobardemente a todos los habitantes de ese poblado aborigen. Los acompañan 460 soldados quienes degollaron por ordenes de Ovando a 80 Caciques con sus respectivos hijos y esposas y más de 10 mil aborígenes indefensos. De este acto cobarde narra Fray Bartolones de Las Casas, quien fue actor presencial de tan arrendo crimen….¨que alguna gente que pudo de esta inhumana matanza huir, pasaronse a una isla llamada el Guanabo, que está a ocho leguas de allí, dentro en la mar, en sus barquillos o canoa, por escapar; a todos los cuales, porque se huyeron de la muerte, condenó a que fuesen esclavos y yo tuve uno de ellos que me lo dieron por tal.¨Gran humillación le hicieron a la Cacica Anacaona, la reina del cacicazgo, quien recibió a el Comendador Ovando y sus genocidas con un homenaje de cantos y bailes por 300 jóvenes doncellas iniciadas al culto de la cacica, de Jaragua, después de violarla, fue amarrada y traída desnuda a la ciudad de Santo domingo, donde fue degollada en una plaza pública y sus resto esparcidos por los caminos. Fue tal la barbarie que la población aborigen fue diezmada al punto que ese mismo año los Reyes, ordenaron esclavizar a los aborígenes caribes que Vivian libres en el archipiélago de islas del mar Caribe.
Sigue narrando el padre Las Casas. ¨Tenia concertado que los
de caballo cercasen la casa y los de fuera y dentro estuviesen aparejados, y
que cuando el pusiese la mano en una pieza de oro que tenia a los pechos
colgada, comenzasen a atar a los señores que dentro estaban y a Anacaona
primero, sacadas todas sus espadas y después hiciesen lo que más le estaba
mandado.¨………………….¨sacan los satélites sus espadas, tiémblenles a Anacaona y a
todos aquellos señores las carnes, creyendo que los querían despedazar,
comienzan a dar gritos Anacaona y todos a llorar, diciendo que por que causa
tanto mal. Los españoles dancé prisa en los maniatar; sacan sola a Anacaona
maniatada; ponense a la puerta del caney o casa grande gentes armadas, que no
salga nadie; pegan fuego, arde la casa, quémense vivos los señores y reyes, en
su tierras desdichados, hasta quedar todos, con la paja y la madera. Hecho
brasa. Sabido por los de caballo que comenzaba los de pie a atar, comienzan
ellos encima de sus caballos y con sus lanzas todo el pueblo corriendo,
alancear cuantos hallaban. Los españoles de pie, con sus espadas, no dormían
entonces, sino que cuantos podían desbarrigaban. Y como se había llegado
infinito número de gente de diversas partes al recibimiento, negro para ellos,
del nuevo Guamiquina de los cristianos, fueron grandes los estragos y
crueldades que en hombres viejos y niños inocentes hicieron. Y el número de
gentes que mataron.¨ todos esos crímenes de lesa humanidad, los hizo Ovando en
nombre de los Reyes de España y la iglesia Católica. Puede considerarse como el
primer exterminio racial en el continente americano. Similar 4 siglos después a
los exterminios del nazismo Hitleriano en contra de los judíos en los campos de
concentración de Dachau, Sachsenhausen, Buchenwald, Flossenburg, Mauthausen y
Ravensbrück; Auschwitz-Birkenau, Natzweiler, Neuengamme, Gross Rosen, Stutthof,
Lublin-Majdanek, Hinzert, Vught, Dora y Bergen-Belsen. Perdonando el espacio y
el tiempo histórico de los acontecimientos.
GUACANAGARIX
Guacanagarix era el cacique del cacicazgo de MARIÉN, uno de los cinco cacicazgo en que se
dividía la isla de Haití en el momento del choque cultural en el 1492.
Guacanagarix fue el que recibió a amablemente a el Almirante Cristóbal Colón,
prestándole auxilio después de que la nave Santa María encallara su primer
viaje, el 25 de diciembre de 1492. El Almirante aprovechando los resto de la
nao, construyó un pequeño fuerte el cual le llamó Fuerte de la Navidad,
construido en la rivera de la costa del Cacicazgo de Marién. El Almirante dejo
allí treinta y nueve hombres al mando del capitán Diego de Arana.
Colón había regresado a España, llevando muestras de oro, y
cuantos objetos de valor pudo conseguir en esta isla donde intercambiaba
espejitos y alhajas por oro. También
llevo como muestra a seis aborígenes. Se
presentó en las cortes de Barcelona en 1493,donde le presento a los monarcas
los objetos y estos indios los
cuales fueron bautizados siendo padrinos los reyes católicos y su hijo el Infante Juan.
A uno lo bautizaron con el nombre de Don. Bernardo de Aragón, el cual se decía que
era pariente del cacique Goacanagari, según refiere el cronista de indias, Gonzalo Fernández de Oviedo, que participó en aquella ceremonia. Otro fue bautizado
como Don. Juan de Castilla y lo mismo se hizo con los demás. El indio, Don.
Juan de Castilla fue incorporado a la casa real del Infante Don. Juan, a
petición de este, con orden expresa de ser tratado como si fuera el hijo de un caballero principal, de Don Juan de Castilla se supo que falleció en España. Del indio, Don. Bernardo
de Aragón, se supo que juntos con los demás regresaron a la Colonia La Española o isla de
Haití en el segundo viaje del Almirante Cristóbal Colon.
Guacanagarix le enseñó a Cristóbal Colon toda la región del
Cibao, llevándolo por todo el valle de la Vega y veía tranquilamente como los
españoles aniquilaban despiadadamente a
los aborígenes.
El Cacicazgo de El Marién, era uno de los 5 cacicazgos de La isla de Haití o
la Española, hoy, República Dominicana y
Republica de Haití, el cual ocupaba una parte del noroeste de la isla, la cual
estaba dividida en 14 nitaínos. Su asiento principal estaba en un lugar
conocido como El Guárico, cerca de la actual ciudad de Cabo Haitiano, en la
Republica de Haití.
Este cacicazgo abarcaba los hoy territorios de las provincias Monte Cristi, Dajabón, Santiago Rodríguez, Valverde y parte de Puerto Plata, en la República Dominicana, y todo el territorio localizado al Norte del río Artibonito, en la Republica de Haití.
Este cacicazgo abarcaba los hoy territorios de las provincias Monte Cristi, Dajabón, Santiago Rodríguez, Valverde y parte de Puerto Plata, en la República Dominicana, y todo el territorio localizado al Norte del río Artibonito, en la Republica de Haití.
GUARIONEX
El cacicazgo de MAGUÁ gobernado por el cacique Guarionex, estaba
dividido en 21 nitaínos. Este cacicazgo comprendía todo el nordeste de la isla,
teniendo su asiento cerca del actual lugar del Santo Cerro, en La Vega. Este abarcaba,
las provincias Puerto Plata, Espaillat, Salcedo, Duarte, Sánchez
Ramírez, María
Trinidad Sánchez, Samaná, y parte
de las provincias de Santiago, La Vega y Monseñor
Nouel.
Originalmente
este territorio estuvo poblado por los ciguayos que
ocupaban principalmente la península
de Samaná. Según Bartolomé
de las Casas, el idioma ciguayo estaba en un estado moribundo hacia
1502 y definitivamente extinto hacia 1527. Aunque sólo se conoce una única
forma léxica del ciguayo, lo cual no permite clasificarla, De las Casas
aclara que esta lengua era diferente del taíno y del macorí hablado más al sur.
Después
de leer varias versiones nos acogeremos a esta que narra Fray Bartolones de Las
Casas,
en su Historia de las
Indias, Guarionex, de talante pacífico, no pudiendo hacer frente al
pago de los tributos, determinó refugiarse con alguna de su gente en el
cacicazgo del ciguayo Mayobanex, situado al norte de la isla. Bartolomé Colón se dispuso
a capturarlo y descubrió su paradero. Envió varios mensajeros a entrevistarse
con Mayobanex para conminarle a que le entregase a Guarionex, pero el cacique
se negó alegando que el señor de Maguá jamás había hecho daño a nadie. El
Adelantado atacó entonces el poblado y Guarionex y su protector se escondieron
en las montañas. Finalmente, Guarionex fue reducido por los españoles y
encerrado en la fortaleza de la Concepción.
Al cabo de tres años, Guarionex fue
enviado a Castilla en una de las naves de la flota de Antonio de Torres. En
ella iban también el comendador Bobadilla y Francisco Roldán. La flota zarpó a principios de julio de 1502 y dos o
tres días después sobrevino una gran tempestad que provocó un naufragio,
pereciendo cuantos iban en ella.
CAYACOA
El cacicazgo de HIGÜEY era gobernado por el
cacique CAYACOA y estaba
dividido en 21 nitaínos. Su superficie abarcaba toda la porción sureste de la
isla. Tenía su asiento donde se ubica la actual ciudad de Higüey. Este
cacicazgo se extendía desde Cabo Engaño hasta el río Haina.
La diosa madre del cacicazgo de Higüey era Atabeira,
que significa "Madre de la Piedra Original".
En este territorio pudieron haber vivido también grupos
de lengua no arawak como los macorís, que de acuerdo con Bartolomé
de las Casas hablaban una lengua diferente del taíno de Jaragua
y del ciguayo hablado más al norte.
El
cacicazgo abarcaba los territorios que
hoy pertenecen a provincias de la
Republica Dominicana tales como Santo
Domingo, El Seibo, Hato Mayor, La Altagracia, La Romana, Monte Plata y San
Pedro de Macoris.
Cayacoa y Caonabo eran los dos caciques más feroces
contra los invasores españoles.
ENRIQUILLO
La mayoría de los historiadores
concuerdan en que Enriquillo y el cacique Guarocuya eran la misma persona. En
tal caso, Enriquillo pertenecía a la alta aristocracia del cacicazgo de Jaragua. Guarocuya era
sobrino de Anacaona, hermana del cacique de Jaragua Bohechío y su eventual
sucesora cuando Bohechío fue muerto. Anacaona estaba casada con
Caonabo quien era el cacique del reino vecino de Maguana. Una minoría de
historiadores difieren alegando que Guarocuya fue capturado y ahorcado, mientras que Enriquillo triunfó en su
alzamiento. La mayoría de los historiadores creen que ambos rebeldes fueron la
misma persona, y que los reportes de la muerte de Guarocuya son idénticos a las versiones más verificables sobre la muerte de Anacaona. Esto brinda la
posibilidad de que las historias hayan sido confundidas. También ha sido
documentado que Enriquillo estaba casado con la mestiza Mencía, nieta de Anacaona.
El 27 de septiembre 1535 fallece el indómito
cacique Enriquillo, quien se encontraba residiendo en Azua y padecía de
tuberculosis desde el mes de agosto de ese mismo año.
Enriquillo era un aborigen nativo de la
isla de Haití que fue llevado a Padre Las Casas, siendo todavía un niño, al
convento de los Franciscanos, ubicado en una villa española llamada de la Vera
Paz, con fines de conversión a la religión cristiana. Allí fue convertido y
bautizado con el nombre de Enrique, al que posteriormente se le agregaría el
apodo de Enriquillo. Por su alto grado de inteligencia y habilidad, aprendió
correctamente la lengua española y asimiló las costumbres de los habitantes.
Ya hombre, se casó con Mencía, nieta de Anacaona, cacica ahorcada en la ciudad capital por el gobernador español Nicolás de Ovando. Enriquillo perteneció al repartimiento otorgado a Francisco de Valenzuela, en la villa de San Juan de la Maguana. Ese repartimiento comprendía 46 indios, de quienes Enriquillo era el cacique. Francisco de Valenzuela dispensó un trato moderado a los indios asentados en sus predios, pero a su muerte le sucedió su hijo Andrés, persona de dudosos principios morales.
Éste confería un trato odioso y despreciable a los indios, para los que no guardaba ningún tipo de consideración ni respeto. Debido a que no compartía la libertad que su padre había concedido a los indígenas, desde que tuvo el dominio de la hacienda los sometió a una cruel explotación.
Andrés de Valenzuela, envalentonado por el apoyo cada vez más incondicional que le ofrecían las autoridades españolas y atraído por la sin igual belleza de Mencía, llegó al extremo de enamorarla y seducirla. Enriquillo se quejó ante Valenzuela, pero éste, en lugar de reconocer su error, lo injurió y lo golpeó. Mientras tanto, ya rechazado por Mencía, Valenzuela, en represalia por la protesta del indio, incrementó la represión contra los nativos, lo que agudizó al máximo las contradicciones entre los aborígenes y el encomendero. Enriquillo inició un amplio recorrido por los diferentes asentamientos aborígenes, en el que recogió los puntos de vistas de caciques como Villagrán, Matayco, Incaqueca, Gascón, Vasa, Maybona y Tamayo. De esa manera, por los años 1519-1520 los indios iniciaron una caminata nocturna que los llevaría a las montañas de Bahoruco, tierras que habían sido propiedad del padre de Enriquillo, e iniciaron una lucha que se prolongaría por varios años sin que los españoles, que emplearon toda clase de armas y tácticas de guerra, pudieran vencer a los guerrilleros indígenas. Enriquillo, que había aprendido táctica militar con los españoles, preparó un plan de guerrilla consistente en tres normas básicas: Primero, instruyó a los indios para que antes de retirarse a las montañas llevaran consigo todas las armas que fueran capaces de arrancarles a los españoles. Segundo, atacar desde lo alto de las montañas con piedras y otros materiales sólidos que dificultaran la lucha frontal con los españoles. Tercero, colocó a los caciques más valientes en los lugares más escarpados de las montañas, y a las mujeres, ancianos y niños los llevó a lugares seguros para evitar el acceso de los españoles a los mismos. El primer enfrentamiento entre españoles e indios se libró en un desfiladero, en una región cercana al lugar que hoy lleva el nombre del cacique redentor. Los españoles estaban comandados por Andrés de Valenzuela, quien en la refriega fue apresado por los indios, pero se lo dejó en libertad en honor a su padre, quien había tratado humanamente a los indígenas. Luego del ataque de Valenzuela, se produciría un segundo, esta vez de la Real Audiencia, quien llevó tropas mejor armadas y con suministros para combatir varias semanas si era necesario. Empero, los españoles eran recibidos por cargas de piedras que arrollaban caballos y jinetes dejándolos a mansalva de los indios.
Las batallas entre indios y españoles se prolongaron por varios años, hasta que finalmente con la paz de Barrionuevo, tratado firmado en 1533 por el cacique y el español depositario de ese apellido, llegó a su fin la cruenta guerra del Bahoruco. Finalmente se consigna que Enriquillo murió el 27 de septiembre 1535 en la ciudad de Azua tras padecer de tuberculosis desde el mes de agosto de ese mismo año. Enriquillo es conocido a través del relato novelesco de Manuel de Jesús Galván, el que se publicó por primera vez en el año 1882.
Ya hombre, se casó con Mencía, nieta de Anacaona, cacica ahorcada en la ciudad capital por el gobernador español Nicolás de Ovando. Enriquillo perteneció al repartimiento otorgado a Francisco de Valenzuela, en la villa de San Juan de la Maguana. Ese repartimiento comprendía 46 indios, de quienes Enriquillo era el cacique. Francisco de Valenzuela dispensó un trato moderado a los indios asentados en sus predios, pero a su muerte le sucedió su hijo Andrés, persona de dudosos principios morales.
Éste confería un trato odioso y despreciable a los indios, para los que no guardaba ningún tipo de consideración ni respeto. Debido a que no compartía la libertad que su padre había concedido a los indígenas, desde que tuvo el dominio de la hacienda los sometió a una cruel explotación.
Andrés de Valenzuela, envalentonado por el apoyo cada vez más incondicional que le ofrecían las autoridades españolas y atraído por la sin igual belleza de Mencía, llegó al extremo de enamorarla y seducirla. Enriquillo se quejó ante Valenzuela, pero éste, en lugar de reconocer su error, lo injurió y lo golpeó. Mientras tanto, ya rechazado por Mencía, Valenzuela, en represalia por la protesta del indio, incrementó la represión contra los nativos, lo que agudizó al máximo las contradicciones entre los aborígenes y el encomendero. Enriquillo inició un amplio recorrido por los diferentes asentamientos aborígenes, en el que recogió los puntos de vistas de caciques como Villagrán, Matayco, Incaqueca, Gascón, Vasa, Maybona y Tamayo. De esa manera, por los años 1519-1520 los indios iniciaron una caminata nocturna que los llevaría a las montañas de Bahoruco, tierras que habían sido propiedad del padre de Enriquillo, e iniciaron una lucha que se prolongaría por varios años sin que los españoles, que emplearon toda clase de armas y tácticas de guerra, pudieran vencer a los guerrilleros indígenas. Enriquillo, que había aprendido táctica militar con los españoles, preparó un plan de guerrilla consistente en tres normas básicas: Primero, instruyó a los indios para que antes de retirarse a las montañas llevaran consigo todas las armas que fueran capaces de arrancarles a los españoles. Segundo, atacar desde lo alto de las montañas con piedras y otros materiales sólidos que dificultaran la lucha frontal con los españoles. Tercero, colocó a los caciques más valientes en los lugares más escarpados de las montañas, y a las mujeres, ancianos y niños los llevó a lugares seguros para evitar el acceso de los españoles a los mismos. El primer enfrentamiento entre españoles e indios se libró en un desfiladero, en una región cercana al lugar que hoy lleva el nombre del cacique redentor. Los españoles estaban comandados por Andrés de Valenzuela, quien en la refriega fue apresado por los indios, pero se lo dejó en libertad en honor a su padre, quien había tratado humanamente a los indígenas. Luego del ataque de Valenzuela, se produciría un segundo, esta vez de la Real Audiencia, quien llevó tropas mejor armadas y con suministros para combatir varias semanas si era necesario. Empero, los españoles eran recibidos por cargas de piedras que arrollaban caballos y jinetes dejándolos a mansalva de los indios.
Las batallas entre indios y españoles se prolongaron por varios años, hasta que finalmente con la paz de Barrionuevo, tratado firmado en 1533 por el cacique y el español depositario de ese apellido, llegó a su fin la cruenta guerra del Bahoruco. Finalmente se consigna que Enriquillo murió el 27 de septiembre 1535 en la ciudad de Azua tras padecer de tuberculosis desde el mes de agosto de ese mismo año. Enriquillo es conocido a través del relato novelesco de Manuel de Jesús Galván, el que se publicó por primera vez en el año 1882.
La
esclavitud y el exterminio contra los aborígenes, tuvo múltiples factores entre
ellos podemos citar la incoherencia ideológica entre los caciques, traducida en
luchas tribales. Esto lo demuestra la misma composición de los grupos étnicos
donde cada cacique tenía un componente ideológico diferente al otro. Situación
que dificultaba poderosamente cualquier acuerdo
para la lucha contra un invasor superior tecnológicamente. Guacanagarix,
cacique de Marién, siente protección ante la llegada de los españoles en el
1492, por la superioridad de las naves de velas, los cascos de aceros y las
armas de los soldados que lanzan fuego; antes las flechas vegetales de los
vecinos que los atacan constantemente e invaden su territorio. Mayobanex
aquel cacique que el 13 de enero de 1493, recibe a flechazos a los españoles en
la bahía de Samaná; caer luego en un estado de ambivalencia que lo lleva al
patíbulo.
Guarionex, cacique de Maguá, se hizo neutral en la mal llamada ¨Batalla del Santo Cerro¨, dejando morir salvajemente de manos de los perros y soldados españoles a muchos de sus súbditos, para luego terminar el también humillado y convertido a la religión del esclavista. Bohechio, cacique de Jaragua, hermano de Anacaona, se aleja de Cahonabo, jefe del cacicazgo de Maguana, que abarcaba la región del Cibao, pertenecía a la tribu Caribe y era esposo de Anacaona, dominado por el espíritu cobarde de la traición. Solo algunos nitaínos y tainos siguen fieles a la lucha de Cahonabo, tales como Maniocatex, mairení, Guaroa, Cotubanamá, higuanama y Hatuey. Los gobernadores hicieron su trabajo de esclavización y exterminio; los sacerdotes católicos con el pretexto de salvar las almas se encargaron de infundir sumisión y miedo colectivo; pregonando un infierno después de la muerte donde se quemarían eternamente los ¨salvajes y herejes¨. Quienes eran los salvajes y herejes, todos los aborígenes que se resistieran a ser esclavizados.
En nombre del catolicismo, Bartolones Colon ordeno quemar vivo a mas de cien aborígenes por supuestamente haber cometido acto de sacrilegio al incendiar una capilla o ermita hecha de pajas. Los repartimientos de Roldan y el pago de tributos fueron componentes esclavistas desde el principio de la empresa colonizadora. La esclavitud contra los aborígenes fue tremenda mente cruel en toda América. Es bueno señalar que fue en esta isla donde se pusieron en prácticas todos los métodos de torturas y barbaries luego llevados a otros lares del continente recién esclavizado.
En una carta enviada por Fray Pedro de Córdoba al rey de España, dice lo siguiente: ¨Las mujeres a la que todas las naciones por la flaqueza suya suelen perdonar de trabajar, han trabajado y trabajan en esta tierra tanto y mas que los hombres y así desnudas y sin comer y sin camas como los hombres y aun algunas preñadas y otras paridas que ningún Faraón de Egipto aun no cometieron tantas crueldades contra el pueblo de Israel¨.
La pandemia más grande que padecieron estos seres humanos fue la esclavitud, esa maldita rémora del colonialismo más atrasado y vulgar del mundo. En el trabajo forzoso de las minas de oro, en las plantaciones agrícolas, en los hatos ganaderos y en las construcciones de pueblos y caminos dejaron la vida miles de aborígenes. Fray Bartolomé de las Casas, en su crónica de india relata que en el 1492, había en la isla casi tres millones de aborígenes. Cantidad que podemos considerar irreal por varias razones lógicas, pero hay quienes afirman que eran un millón de aborígenes, lo cierto es que apenas quince años después en el censo del año 1507, había 60 mil aborígenes. Eso provoca que para el 1508, se permitiera el ingreso a la isla de aborígenes caribes para trabajar en las minas de oro y en las construcciones de ciudades. En el año 1511 quedaban 14 mil, en el 1518, solo quedaban 11 mil, para el 1529 solo 2,340 y para el censo del 1547, la exterminación era total ya solo quedaba la pírrica cantidad de 150, aborígenes.
Guarionex, cacique de Maguá, se hizo neutral en la mal llamada ¨Batalla del Santo Cerro¨, dejando morir salvajemente de manos de los perros y soldados españoles a muchos de sus súbditos, para luego terminar el también humillado y convertido a la religión del esclavista. Bohechio, cacique de Jaragua, hermano de Anacaona, se aleja de Cahonabo, jefe del cacicazgo de Maguana, que abarcaba la región del Cibao, pertenecía a la tribu Caribe y era esposo de Anacaona, dominado por el espíritu cobarde de la traición. Solo algunos nitaínos y tainos siguen fieles a la lucha de Cahonabo, tales como Maniocatex, mairení, Guaroa, Cotubanamá, higuanama y Hatuey. Los gobernadores hicieron su trabajo de esclavización y exterminio; los sacerdotes católicos con el pretexto de salvar las almas se encargaron de infundir sumisión y miedo colectivo; pregonando un infierno después de la muerte donde se quemarían eternamente los ¨salvajes y herejes¨. Quienes eran los salvajes y herejes, todos los aborígenes que se resistieran a ser esclavizados.
En nombre del catolicismo, Bartolones Colon ordeno quemar vivo a mas de cien aborígenes por supuestamente haber cometido acto de sacrilegio al incendiar una capilla o ermita hecha de pajas. Los repartimientos de Roldan y el pago de tributos fueron componentes esclavistas desde el principio de la empresa colonizadora. La esclavitud contra los aborígenes fue tremenda mente cruel en toda América. Es bueno señalar que fue en esta isla donde se pusieron en prácticas todos los métodos de torturas y barbaries luego llevados a otros lares del continente recién esclavizado.
En una carta enviada por Fray Pedro de Córdoba al rey de España, dice lo siguiente: ¨Las mujeres a la que todas las naciones por la flaqueza suya suelen perdonar de trabajar, han trabajado y trabajan en esta tierra tanto y mas que los hombres y así desnudas y sin comer y sin camas como los hombres y aun algunas preñadas y otras paridas que ningún Faraón de Egipto aun no cometieron tantas crueldades contra el pueblo de Israel¨.
La pandemia más grande que padecieron estos seres humanos fue la esclavitud, esa maldita rémora del colonialismo más atrasado y vulgar del mundo. En el trabajo forzoso de las minas de oro, en las plantaciones agrícolas, en los hatos ganaderos y en las construcciones de pueblos y caminos dejaron la vida miles de aborígenes. Fray Bartolomé de las Casas, en su crónica de india relata que en el 1492, había en la isla casi tres millones de aborígenes. Cantidad que podemos considerar irreal por varias razones lógicas, pero hay quienes afirman que eran un millón de aborígenes, lo cierto es que apenas quince años después en el censo del año 1507, había 60 mil aborígenes. Eso provoca que para el 1508, se permitiera el ingreso a la isla de aborígenes caribes para trabajar en las minas de oro y en las construcciones de ciudades. En el año 1511 quedaban 14 mil, en el 1518, solo quedaban 11 mil, para el 1529 solo 2,340 y para el censo del 1547, la exterminación era total ya solo quedaba la pírrica cantidad de 150, aborígenes.
España en
el 1492, estaba saliendo de una dominación mora, eso nos indica que no estaba
preparada ni política, ni militar, ni económica, ni intelectualmente para tan
magna empresa civilizadora. Fray Pedro de Córdoba, en otro párrafo narra los
siguientes: ¨los cristianos a quien los indios han sido encomendados y entre
quien han estado repartidos, han sido y son ignorantes¨. Sigue
narrando Fray Pedro de Córdoba: ¨han tenido mucho cuidado y diligencia de
hacerles sacar oro y labrar otras haciendas, trabajando todo el día entero y
sufriendo el ardor del sol, que en esta tierra es muy grande, las aguas,
vientos y tempestades, estando descalzos y desnudos en cuero, sudados de la
furia del trabajo, no teniendo para poder sustentar la vida, aun sin trabajo
maltratados de hambre y sed y en su enfermedades, teniéndolo mucho menos que
una bestia suelen ser temidas, porque aun aquellos suelen ser curadas mas ellos
no¨. Estos carniceros españoles, que vinieron con las espadas y la cruz de
Cristo, eran tan crueles que no solo mataban con el trabajo forzado a los
aborígenes, sino que también los mataban de hambres, de sed, y de enfermedades
contagiosas que ellos trajeron a esta isla. En una carta firmada por los padres
de la orden de Santo Domingo, dirigida a Mr. Xevres el 14 de junio de 1516, les
narra los siguientes: ¨ …….Pero los castellanos gastaron las labranzas que
ellos tenían para sí, comiendo y destruyendo de forma que le fue forzado a los indios,
morir de hambre de la cual murieron tantos que no había quien anduviese por los
campos por el hedor¨…… Otro de los abusos narrados es el siguiente: ¨como en
esta tierra no había bestias, ni otro animal, ninguno que fuese mayor que un
conejo, usaron los castellanos de los indios en lugar de bestia para pasar sus
cargas de unas partes a otras¨. Prosiguiendo la misma narración siguen
diciendo: ¨Y llevándose cargados sesenta o setentas leguas, la carga que cada
uno llevaba eran dos arrobas y como no llevaban ropas estos tristes hombres,
sino sobre sus desnudos pellejos, haciéndole mataduras, como a bestias en la
espalda; y el establo que de noche les daban los recuadores que los traían era
el campo, y al sereno. El mantenimiento era algunos gusanos o raíces que ellos
buscaban¨. Siguiendo la cita de los padres de la orden de Santo Domingo.
¨llevaban un cristiano, veinte o treinta indios cargados y atraillados de los
pescuezos unos de otros, algunos roían la trilla y dejaban la carga y huía,
inventaron los cristianos llevar consigo un perro alano. E porque no se
despease el perro, llevándolo dos indios a cuesta, en una de esta cama que
llaman hamacas y en huyendo un indio acometíale el perro, el cual ante que
llegasen a él, lo destripaba¨. Esto es un ejemplo de los feroz de la esclavitud
contra unos seres humanos que su único delito fue haber nacido en esta tierra,
en este continente luego llamado americano. Para un español de estos que
vinieron, un perro tenia mas derecho que un nativo, una bestia cualquiera era
mas importante que un aborigen. Estas cosas no se deben callar como ha sucedido
hasta ahora, por complicidad u omisión de historiadores, maestros, iglesia,
estado y la mal llamada madre patria. Estos frailes nos relatan otra historia
dolorosa, que no debemos callar, porque es un compromiso hacer esta denuncia
ante el mundo: ¨ Y fueron tantas las crueldades que pasaron, que solo el día
del juicio se podrían conocer; tomar de noche es un bohío, que es una casa de
paja, quinientos mil de ellos y guardar las puertas y ponerlas luego de día a
cuchilladas como estaban desnudos, acuchillarlos e irse; a los que tomaban por
el camino cortaban a mas las manos y diciéndoles: ¨Id contar a los otros¨.
Hacían parrillas de maderas y quemándolos vivos y para que no dieran gritos
metales palos en la boca, mandabalos despeñar de altas peñas y ellos de miedo
que le tenían a los cristianos lo hacían. Ahorcaron una vez de una cumbre de un
bohío diecisiete caciques juntos.¨
Los padres de la orden de San Francisco y de Santo Domingo nos cuenta lo siguiente: ¨ entre estos casos que acerca de esta carta pasaron mucho, fue uno digno de llorado, que un mal aventurado cristiano llevaba una vez tres indias cargadas y una se canso y el de despecho de que se había cansado diole una cuchillada y matala y repartió la carga a las otras dos. Canso la segunda hizo lo mismo y por consiguiente la tercera finalmente, a todas las tres la mato.¨
Los padres de la orden de San Francisco y de Santo Domingo nos cuenta lo siguiente: ¨ entre estos casos que acerca de esta carta pasaron mucho, fue uno digno de llorado, que un mal aventurado cristiano llevaba una vez tres indias cargadas y una se canso y el de despecho de que se había cansado diole una cuchillada y matala y repartió la carga a las otras dos. Canso la segunda hizo lo mismo y por consiguiente la tercera finalmente, a todas las tres la mato.¨
La carta a
Mr. Xevres, sigue diciendo: ¨Entre otras crueldades digo una digna de ser muy
estimada y fue que cuando llevaban aquella gente cautiva, algunas mujeres
paridas por solo que lloraban los niños los tomaban por las piernas y lo
aporreaban en las peñas o los arrojaban en los montes, porque allí se muriesen;
entre otros aconteció que una vez cerca de un rio tomó un mal hombre un niño de los brazos de sus
madres por las piernas y écholo en el rio y allí mostro Dios un milagro que se
anduvo el niño cerca de media hora como corcho sobre el agua y que no se
hundió, de tal manera que viendo el milagro entraron otros por él y diéronlo a
la madre. Esto no fue bastante a quebrantar la malicia de los desventurados
cristianos, tornó el niño a llorar y tomólo aquel por las piernas y aporreólo
en una peña¨. Cuanta impiedad, ¡donde estaba Dios!, ¡donde estaba Jesús!,
cuanta maldad. Con que derecho eliminar a un pueblo indefenso de toda
indefensión. Nos relata el padre las Casas que…¨los indios de esta isla
inclinadisimos y acostumbrados a mucho bailar¨. …¨Bailando cantan¨. El Almirante Cristóbal Colon en su diario de navegación
narra lo siguiente: ¨Son gentes de amor y sin codicia y convencibles para toda
cosa, que certifico ya vuestra alteza, que en el mundo creo que no hay mejor
gente ni mejor tierra¨. Luego continua diciendo: ¨Ellos aman a sus prójimos
como a sí mismo, y tienen una habla más dulce del mundo y mansa, siempre con
risa¨. Los actos aislados de rebeldía que hubo de parte de los
aborígenes, eran producto del maltrato recibido. La carta de los padres de la
orden de San Francisco y Santo domingo, nos los confirman con la siguiente
narración: ¨En el principio como dicho los indios recibieron a los cristianos
con mucho amor, dándole todo lo que tenían, pero ellos no contento de esto,
metíanse entre ellos, robándolos o desposeyéndolos de cuanto tenían, tomándole
sus propias mujeres e hijas y matando de ellos cuantos querían, no para mas que
probar sus espadas¨. Otro episodio espeluznante en toda época y estado de la
humanidad es el siguiente: ¨Y yendo cierto cristiano, vieron una india que
tenía un niño en los brazos, que criaba y porque un perro que ellos llevaban
consigo tenía hambre, tomaron el niño vivo de los brazos de la madre, lo
echaron al perro y así lo despedazo en presencia de la madre¨.
El Fraile Pedro de Córdoba, nos narras como los aborígenes escapaban de este infierno o purgatorio: ¨Por los cuales malos y duro trabajo los mismos indios escogían y han escogido ante la muerte, que tan extraños trabajo, que en vez han convenido de matarse cientos juntos por no estar debajo de tan dura servidumbre. Las mujeres fatigadas de los trabajos han huido, el concebir y el parir y han muerto sus propios hijos, con sus manos por no ponerlo, ni dejarlo debajo de tan dura servidumbre. Los negros que trajeron como esclavos desde España y Portugal en los años 1493, 1498, 1501 hasta el 1506 llamados ladinos, eran tratados mejor que los aborígenes. Estos negros sabían hacer varios oficios incluyendo los domésticos. Pero al unirse con los aborígenes escapaban con estos a los montes en busca de libertad. Esto obligo al gobernador Nicolás de Ovando a escribirle al rey solicitándole no enviar moros cristianizados, porque según el ¨estos se huían, juntánbanse con los indios, le enseñaban malas costumbres y nunca podían ser cogidos como consecuencia de ellos¨.
En el 1506, llega la Real Orden que ordenaba la expulsión de todos los esclavos berberiscos junto con los nuevos convertidos. Era tan notorio el exterminio de los aborígenes que en el año 1511, llega a la colonia la orden que autoriza traer negros desde África. Ese mismo año entre la Ordenanza Real que autoriza la introducción a la isla de aborígenes de la isla donde no haya oros, al igual que esclavizar a los aborígenes Caribes. Para el 27 de diciembre de 1512, se dictan las Leyes de Burgos para el gobierno de los indios. A partir del 1512, los aborígenes van a recibir maltratos no solo de los esclavizadores españoles, sino también de los esclavizados africanos. Fray Cipriano de Utrera nos dice los siguientes ¨en realidad los trabajos acababan con aquellos desgraciados, no eran todos trabajo de labor sino trabajos de malos tratos, ni estos malos tratos eran infligidos por manos de españoles, sino de negros, porque si uno bastaba para hacer lo de veinte indios, uno solo se los metía dentro del puño, por poco que les diesen autoridad y vigilancia¨. Para el 1519, cuando se subleva en el Bahoruco, el cacique Enriquillo, solo quedaba en toda la colonia menos de 3 mil aborígenes.
El Fraile Pedro de Córdoba, nos narras como los aborígenes escapaban de este infierno o purgatorio: ¨Por los cuales malos y duro trabajo los mismos indios escogían y han escogido ante la muerte, que tan extraños trabajo, que en vez han convenido de matarse cientos juntos por no estar debajo de tan dura servidumbre. Las mujeres fatigadas de los trabajos han huido, el concebir y el parir y han muerto sus propios hijos, con sus manos por no ponerlo, ni dejarlo debajo de tan dura servidumbre. Los negros que trajeron como esclavos desde España y Portugal en los años 1493, 1498, 1501 hasta el 1506 llamados ladinos, eran tratados mejor que los aborígenes. Estos negros sabían hacer varios oficios incluyendo los domésticos. Pero al unirse con los aborígenes escapaban con estos a los montes en busca de libertad. Esto obligo al gobernador Nicolás de Ovando a escribirle al rey solicitándole no enviar moros cristianizados, porque según el ¨estos se huían, juntánbanse con los indios, le enseñaban malas costumbres y nunca podían ser cogidos como consecuencia de ellos¨.
En el 1506, llega la Real Orden que ordenaba la expulsión de todos los esclavos berberiscos junto con los nuevos convertidos. Era tan notorio el exterminio de los aborígenes que en el año 1511, llega a la colonia la orden que autoriza traer negros desde África. Ese mismo año entre la Ordenanza Real que autoriza la introducción a la isla de aborígenes de la isla donde no haya oros, al igual que esclavizar a los aborígenes Caribes. Para el 27 de diciembre de 1512, se dictan las Leyes de Burgos para el gobierno de los indios. A partir del 1512, los aborígenes van a recibir maltratos no solo de los esclavizadores españoles, sino también de los esclavizados africanos. Fray Cipriano de Utrera nos dice los siguientes ¨en realidad los trabajos acababan con aquellos desgraciados, no eran todos trabajo de labor sino trabajos de malos tratos, ni estos malos tratos eran infligidos por manos de españoles, sino de negros, porque si uno bastaba para hacer lo de veinte indios, uno solo se los metía dentro del puño, por poco que les diesen autoridad y vigilancia¨. Para el 1519, cuando se subleva en el Bahoruco, el cacique Enriquillo, solo quedaba en toda la colonia menos de 3 mil aborígenes.
CHOQUE CULTURAL O ENCUENTRO DE DOS
CULTURAS.
POR: TIRSO MEDRANO.
POR: TIRSO MEDRANO.
El 12 de
octubre de 1492, desde la proa de la carabela La Pinta, el marinero Juan
Rodríguez Bermejo, grito: - ¡Tierra!- divisando la isla que hoy se llama
Watling, perteneciente a las Bahamas; aunque Cristóbal Colon, en su diario
afirma que fue el que diviso tierra y la bautizo con el nombre de San Salvador.
El 5 de diciembre de 1492, Cristóbal Colon llega a la isla llamada Haití, por los aborígenes que la habitaban. Estos aborígenes en su mayoría pertenecían al grupo cultural taino, que era el grupo de mayor desarrollo cultural de las islas del Caribe. Cristóbal Colon al verla la bautizo con el nombre de La Española y el 12 de diciembre toma posesión de la isla en nombre del reino de España. Bautizando el lugar por donde penetro a la isla con el nombre de La Concepción, el cual al dividirse la isla en dos colonias (Santo Domingo Español y Santo Domingo Francés) y luego en dos republicas; Republica de Haití (1804) y Republica Dominicana (1844), La Concepción quedo en el territorio de la colonia francesa llamado Santo Domingo Francés hoy republica de Haití, y donde estaba la Concepción hoy se llama ¨l´Cu.¨ en el segundo viaje el 7 de diciembre de 1493, próximo a la desembocadura del rio Bajabonico, el Almirante Cristóbal Colon funda la primera ciudad del nuevo mundo bautizada con el nombre de la Isabela, cuyo territorio hoy pertenece a la Republica Dominicana. Y es en ese lugar donde el 6 de enero de 1494, el padre Boíl. Ofició la primera misa del continente usurpado. La isla de Haití, estaba dividida en 5 cacicazgos los cuales se llamaban Marién, Maguá, Jaragua, Maguana e Higuey, a la vez cada una tenían un cacique o jefe que la representaba o gobernaba.
Los aborígenes Taino, se consideran oriundos de la isla de Haití, aunque también habían tainos en las islas Bahamas, en las Antillas Mayores: Cuba, Puerto Rico y Jamaica. Y en las Antillas Menores principalmente en: Guadalupe, Dominica y Martinica también habían siboney, lucayas, lokonos y caribes, aunque en menor proporción poblacional. Los siboneyes eran abundantes en Cuba y los caribes en todas las islas. Se dice que estos aborígenes eran pariente lejanos de los Arawak, Los tainos constituían un grupo étnico que conformaban una unidad socio-cultural. Con mayor grado de desarrollo en la región, los cuales se dividían en Taínos, que eran los nobles, los Nitaínos que eran los jefes inferiores y los Naborías que eran los obreros. Los Caciques, eran los jefes del pueblo o Yucayeque. Estos caciques tenían como asesores a los sacerdotes llamados Behiques.
Los Tainos eran pescadores, agricultores y artesanos;
personas laboriosa, disciplinada, amable, dócil, pacífica y hospitalaria.
La hospitalidad brindada a Cristóbal Colon y sus expedicionarios, por Guacanagarix, cacique de Marién, era una muestra de la hospitalidad del taino antes los desconocidos, extraños y diferentes seres que los visitaban, lo cual representaba tanto para los marineros como para los aborígenes más que un descubrimiento, un choque cultura desigual en todos los aspectos. Mientras en Europa se vivía en la era del Renacimiento, estos aborígenes caribeños estaban en la era de piedra. De ahí la superioridad que sentía el invasor antes gentes de vivir y vestir tan simple. El mismo Almirante Cristóbal Colon dijo que eran gente de amor y sin codicia. Mas luego refiriéndose a sus estados de desarrollo desigual dice que son desnudos y sin armas muy cobardes fuera de remedio. Estaban frente a hombres, niños y mujeres semis desnudos y desnudos que apenas tallaban las piedras y hacían vasijas de barros; cocían las raíces de yucas para hacer el cazabe y bebían fermentación de raíces para la embriaguez; fumaban hojas de tabacos en pipas vegetales; bailaban y cantaban al son de los jututos, caracoles y palitos que golpeaban maderos ahuecados. Se disfrazaban de hojas para ir a las guerras tribales y se pintaban de colores los rostros como símbolo de belleza y amor a la naturaleza prodigiosa que les brindaba tan paradisiaco paisajes llenos de arroyuelos, ríos, manantiales, lagos y lagunas y una legión de aves tropicales. La extensa majestad del mar Caribe preñaba de peces sus atarrayas, y el vaivén de sus canoas los llevaban a otras islas tropicales. En cambio los españoles llegaron en tres carabelas: la Niña, la Pinta y la Santa María, blindadas con cañones, trabucos y espadas; y lo que es peor con una gendarmería compuesta por personas de la más bajas estirpes del reino español y portugués. Comandada por un Almirante tan lleno de codicias como su tripulación. Para muestra basta una reproducción de un fragmento del poema VERSAINOGRAM A SANTO DOMINGO, del poeta universal Pablo Neruda.
La hospitalidad brindada a Cristóbal Colon y sus expedicionarios, por Guacanagarix, cacique de Marién, era una muestra de la hospitalidad del taino antes los desconocidos, extraños y diferentes seres que los visitaban, lo cual representaba tanto para los marineros como para los aborígenes más que un descubrimiento, un choque cultura desigual en todos los aspectos. Mientras en Europa se vivía en la era del Renacimiento, estos aborígenes caribeños estaban en la era de piedra. De ahí la superioridad que sentía el invasor antes gentes de vivir y vestir tan simple. El mismo Almirante Cristóbal Colon dijo que eran gente de amor y sin codicia. Mas luego refiriéndose a sus estados de desarrollo desigual dice que son desnudos y sin armas muy cobardes fuera de remedio. Estaban frente a hombres, niños y mujeres semis desnudos y desnudos que apenas tallaban las piedras y hacían vasijas de barros; cocían las raíces de yucas para hacer el cazabe y bebían fermentación de raíces para la embriaguez; fumaban hojas de tabacos en pipas vegetales; bailaban y cantaban al son de los jututos, caracoles y palitos que golpeaban maderos ahuecados. Se disfrazaban de hojas para ir a las guerras tribales y se pintaban de colores los rostros como símbolo de belleza y amor a la naturaleza prodigiosa que les brindaba tan paradisiaco paisajes llenos de arroyuelos, ríos, manantiales, lagos y lagunas y una legión de aves tropicales. La extensa majestad del mar Caribe preñaba de peces sus atarrayas, y el vaivén de sus canoas los llevaban a otras islas tropicales. En cambio los españoles llegaron en tres carabelas: la Niña, la Pinta y la Santa María, blindadas con cañones, trabucos y espadas; y lo que es peor con una gendarmería compuesta por personas de la más bajas estirpes del reino español y portugués. Comandada por un Almirante tan lleno de codicias como su tripulación. Para muestra basta una reproducción de un fragmento del poema VERSAINOGRAM A SANTO DOMINGO, del poeta universal Pablo Neruda.
´´Vamos a recordar lo que ha pasado
Desde que don Cristóbal marinero
Puso los pies y descubrió la Isla.
¡Ay ¡ mejor no la hubiera descubierto!
Porque ha sufrido tanto desde entonces
Que parece que el Diablo y no Jesús
Se entendió con Colon en ese aspecto.
Estos conquistadores españoles
Que llegaron de España con lo puesto
Buscaban oro y lo buscaban tanto,
Como si les sirviese de alimento.
Enarbolando a Cristo con su cruz
Los garrotazos fueron argumentos
Tan poderosos que los indios vivos
Se convirtieron en cristiano muertos.´´
Ya en el segundo viaje en el año 1493, el Almirante Cristóbal
Colon trae entres varias plantas, la caña de azúcar y a la vez se lleva a
España un grupo de aborígenes como esclavos, la muestra más fehaciente es que
nuca regresaron a su suelo patrio. A partir del segundo viajes llegaron varias
naves, perros, caballos, muchos más hombres codiciosos, vestidos de cedas, con
casco de aceros y espadas con el mango en forma de cruz, como centuriones de
Esparta que a la vez creaban conflictos entre ellos mismos por la mal llamada
encomienda que no era más que la repartición de aborígenes y la explotación de
las minas de oro. A demás de esclavizar a los nativos en su propia tierra. Se
los llevaban para venderlos en los puertos europeos de España y Portugal. En
febrero de 1495, a penas a tres años del descubrimiento de este botín,
bautizado por Colon, como la española, 500 aborígenes son transportados con
grilletes en manos y pies para ser vendidos. Ese fue el pago a la hospitalidad
brindada. La esclavitud, la ingratitud, la desidia, la crueldad y el exterminio
de un pueblo que solo contabas con hachas de piedras y flechas vegetales.
La esclavitud y el racismo, dos figuras gemelas. Fueron las armas ideológicas de los conquistadores que hasta la fecha han marcado el atraso sico-social de una sociedad alógena. El primer genocidio lo cometió el Almirante Cristóbal Colon cuando en el 1495, al mando de 300 soldados bien armados y 20 perros amaestrados, salió victorioso en la batalla del Santo Cerro, dejando en la falda de la montaña más de 7 Mil cadáveres dispersos de aborígenes indefensos cuyo único delito era querer vivir en paz en su suelo de origen.
La esclavitud y el racismo, dos figuras gemelas. Fueron las armas ideológicas de los conquistadores que hasta la fecha han marcado el atraso sico-social de una sociedad alógena. El primer genocidio lo cometió el Almirante Cristóbal Colon cuando en el 1495, al mando de 300 soldados bien armados y 20 perros amaestrados, salió victorioso en la batalla del Santo Cerro, dejando en la falda de la montaña más de 7 Mil cadáveres dispersos de aborígenes indefensos cuyo único delito era querer vivir en paz en su suelo de origen.
Desde ese momento humillante, se le condeno a pagar tributos en oro, a los que salieron ilesos de tan desigual batalla. Se repartieron entre las soldadescas, los aborígenes, con sus hijos y sus mujeres. Amén de las violaciones sexuales que cometieron los soldados y encomenderos.
En el año 1497, Don Bartolomé Colon, hermano del Almirante, traslada la ciudad la Isabela, a la margen este del rio Ozama y les llama la Nueva Isabela, meses después es trasladada la ciudad a la margen occidental del mismo rio y es bautizada con el nombre de Santo Domingo de Guzmán. La explotación a las que eran sometidos los nativos y el contacto con los extranjeros, provoca pandemia que va diezmando la población. A partir de la carta de justicia del 22 de junio de 1497, delincuentes y criminales de todas especies llegan a la isla. Aquella carta dice entre sus párrafos: ¨ Toda o cualquier persona varones que hubieren cometido hasta el día de la publicación de esta carta cualquier muerto y herida y otro cualquier delito de cualquier naturaleza y calidad que sea excepto de herejía y Lesa Majestad o traición. Se puede ir a servir en persona a la isla la Española y servirán en las cosas que el almirante le dijese y mandare de nuestra parte¨. Y sigue diciendo: ¨ lo que merecieren penas de muerte y sirvieron por dos años, y los que merecieron otra pena mayores que la muerte, aunque sea perdimiento de miembros y sirvieron por un año, sea perdonado de cualquier crimen y delitos y de cualquier manera y calidad y gravedad que sea¨. ¨ Y restituimos a los dichos delincuentes en sus buena fama y en punto de estado en que se estaban antes de que hubieran hecho o cometido los dichos delitos¨. Muchos de esos criminales se convirtieron en comendadores, eclesiásticos, militares y comerciantes; criminales, vividores, ninguno en agricultor ni obrero. Esta especie de humanoides pertenecían una vez en la isla a los grupúsculos de Pedro Margarit, el padre Boíl y Roldan. Esto mueve a preocupación y en un informe del Antonio Henríquez Pimentel del año 1521 dice refiriéndose a esa carta de justicia ¨yo creo que llegando a Santo Domingo, harán lo que han hecho merced de enviar a aquella isla que todos huyen de tal nombre y no quieren ser labradores, sino caballeros¨. en el 1498, traen de forma masivas negros esclavizados, nacidos en las costas de España y Portugal, negros que hablaban perfectamente el español y el portugués, amén de que eran tanto católicos como moros. Aunque es bueno que se sepa que desde los primeros viajes estuvieron llegando negros de las costas española.
El 23 de agosto de 1500, llega a la colonia La Española o isla de Haití, Don Francisco de Bobadilla, Juez de residencia y Comendador de la Orden de Calatrava como Gobernador de la isla en sustitución del Almirante y Gobernador Cristóbal Colon.
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