Son territorios ocupado por
la Republica de Haití, a la Republica Dominicana, los territorios que
pertenecían a la colonia Santo Domingo Español según el Tratado de Aranjuez
firmado el 3 de junio del 1777.
A los 236 años de ese tratado y 169
de la constitución de la Republica
Dominicana, estos territorios están del lado de la antigua colonia Santo
Domingo Francés hoy Republica de Haití. Sin que esto haya motivado a los
políticos, gobernantes e intelectuales dominicanos desde el 1963 hasta este
momento. A una revisión del tratado del 21 de Enero del 1929 y mucho menos a la
revisión del protocolos del 27 de
Febrero del 1935.
Pero como bien lo dice el poeta universal Pablo Neruda, en una estrofa del
poema VERSAINOGRAM a Santo Domingo: ¨Las cosas no se aclaran nunca ni con
el olvido ni con el silencio.¨
Es muy frecuente oír decir a dominicanos de ciertos niveles cultural ¨EL
SUR PROFUNDO¨, al referirse a una comunidad fronteriza, como algo que está muy
lejos. Sin darse cuenta que en las comunidades fronterizas es donde empieza la
Republica. Por lo tanto el Sur no está lejos ni es profundo. El Sur es por naturaleza seco,
agreste y montañoso; abandonado al azar por la falta de fe en el porvenir más que
por la aridez natural que presenta.
Situación que es aprovechada inconscientemente por los miserables
campesinos haitianos, los cuales actualmente han tomado posesión de los
territorios abandonados desde el 1970 a esta parte, suma que pasa de los 2mil km², constituyendo esto una invasión no deseada que con el tiempo se va
convirtiendo en objeto de derecho.
Agregándose al dolor de cabeza
que la migración desordenada nos provoca.
También es frecuente oír decir
entre los dominicanos: ¨que ocupamos la mitad de la isla¨, olvidando que
la isla tiene 77,914 km² y la Rep. Dom.
Ocupa un área de 48,670.82 km², incluyendo las islas Saona, Beata, Alto Velo y
Catalina. Islas estas que el 99%, por cientos de los dominicanos no han
visitado producto de una dejadez colectiva; posiblemente por la falta de
promoción turística que nos permita valorar lo que poseemos como nación.
Si reclamáramos los terrenos
enajenados más de 10 mil km², hoy la Republica Dominicana tuviera 58,670.82 km².
La Republica de Haití
actualmente ocupa un área de 29, 243.18 km², sumándole las islas de Gonave,
Vaca, Cayemite y Tortuga, las cuales lucen súper pobladas.
Si les restamos a la
Republica de Haití, los más de 10 mil km², enajenados
o usurpados a la Rep. Dom; su posesión real fueran 19,478.20 km². País
con el cual tenemos una frontera común más o menos de de 360 Km, de largo.
VILLA LARES DE GUAHABÁ
Empezaremos con la villa de Guahabá o Hincha, por ser la de mayor
antigüedad e importancia histórica y la que todavía conserva algunos elementos
hispánicos de los tiempos coloniales, como son algunos apellidos hispanos que
aún subsisten junto al idioma español en un porciento reducidas de sus
habitantes, el culto católico, sus iglesias y su catedral.
Esta Villa o ciudad, fue fundada por Fray Nicolás de Ovando en el 1504,
en el Valle de Hincha construida al estilo español, con
sus calles rectas, su plaza, sus iglesias y su fuerte de armas; con un propósito marcado, el control de la isla;
para el fácil dominio de los aborígenes nativos, en especial los habitantes de
los cacicazgos de Marién, Jaragua y
Maguana.
Nicolás de
Ovando, fray de la orden militar de Alcántara, construyo 11 villas o ciudades
desde el 1502 al 1509, las cuales fueron las siguientes: en el sur Lares de Guahabá (Hincha). Santa María de la
Vera Paz o Santa María del Puerto, la cual fue quemada por los franceses en el
1535, y por los piratas ingleses en el
1592; Villa Nueva de Yaquimo, Salvatierra de la Sabana, Puerto Real, San
Juan de la Maguana, Azua, y Buena Ventura; en el este de la colonia fundo a
Salvaleón de Higuey y Santa Cruz de Icayagua
y en el norte a Puerto Plata.
Lares de
Guahabá, fue destruida en el 1606, producto de las Devastaciones ejecutada por el
gobernador Antonio de Osorio.
Podríamos decir
que La corona envía al gobernador Antonio de Osorio, a la isla de Santo Domingo, con la ordenanza de
trasladar a los habitantes del norte y la parte occidental de la isla. Tanto por la inseguridad a la que estaban
sometidos por los corsarios y piratas que merodeaban las aguas del mar Caribe
con patentes de corso, en contra de los intereses de España. A demás de
acabar con el contrabando en esos litorales, ya que muchas autoridades
estaban involucradas con el negocio ilícito de compra de productos comestibles, del hogar y de
vestir; cambiados por cueros, grasa
animal, maderas, carnes, casabes y sal a los piratas, filibusteros y bucaneros:
holandeses, ingleses y franceses,
enemigos de España.
En el 1606 y 1607, fueron devastadas todas las
ciudades de la parte norte y suroccidental de la isla, y sus habitantes fueron
reubicados en Azua, Santiago, la Vega, Santo Domingo, el Seibo e Higuey. Hubo
que fundar dos nuevas ciudades para reubicar a los habitantes de Montecristi y Puerto Plata, se creó la villa
de Monte Plata y para reubicar a los habitantes de Yaguana y Bayajá, se creó la
villa de Bayaguana. Los habitantes de Neiva
y San Juan de la Maguana, fueron reubicados en la villa de Buena Ventura.
De 110 mil
reses solo fueron posibles trasladar 8mil. Fueron ahorcados más de 70 personas
por resistirse a abandonar sus predios. El gobernador de Bayajá, el mulato
Hernando de Montoro, con el apoyo de los habitantes y la ayuda de los
holandeses se enfrentó a las tropas del
gobernador, sin resultado favorable.
Lares de Guahabá,
como las demás villas quedaron por un tiempo, en las ruinas, habitadas
por los monteros grupos formados por descendientes de aborígenes, negros y
blancos, que se multiplicaron en las riberas de los ríos y mares; sabanas
y montañas al igual que las reses en los
pueblos abandonados. Viviendo en las cuevas y las ruinas de esas ciudades
devastadas. Allí se multiplicaron y crearon una generación de hombres nuevos
llamados criollos, monteros y cimarrón, los cuales también crearon una lengua o
jerga para su comunicación llamada ¨criollo¨ o creól, formada con vocablos de diferentes lenguas e idiomas:
español, francés, inglés, africanos, tainos, caribes, ciguayos, macorijes, holandés,
y un nuevo Vudú o religión que lo abarcaba todo, enriquecida con el catolicismo
popular de los negros hispanohablantes y las oleadas de ritos de los diferentes
grupos étnicos que fueron forzados al régimen de la esclavitud en la nueva
colonia francesa, que inconsultamente se establece en la parte occidental de la
isla a partir del 1650.
Desde el 1668 hasta el 1791, más de 500 mil
africanos de diferentes lenguas y culturas, van a aportar sangre y sudor para
la creación de una nueva cultura en la colonia de Santo Domingo Francés, hoy
Republica de Haití.
Desde
el 1625 al 1630, los colonos
franceses se establecen en la isla Tortuga y
a principio del 1650, cruzan a la isla de Santo Domingo, o sea a la
parte occidental abandonada por la corona después de la Devastaciones.
Allí
establecen la villa Trou-Bordead. Con el tiempo fundan la ciudad de Ester, la cual abandonan en el 1711, ya que
fue desolada por un incendio y en la ribera sur de la isla en el año 1668, fundan la villa de Léogane. Luego en el
1770, fundan la villa de Cap-Francais,
la cual fungió como ciudad de la colonia francesa de Saint Domingue, la
cual luego es sustituida como
capital colonial por Puerto
Príncipe.
España trató inútilmente de recuperar el
territorio invadido por los franceses
hasta que en el año 1678, en Europa se firmó LA PAZ DE NIMEGA, y eso hizo
posible que en el 1680, el
gobernador de la colonia española Francisco Segura Sandoval y Castillo se
reuniera con el gobernador de la parte
ocupada por los franceses, señor Pointer, y se comprometieran a la fijación
de los límites. Esto permitió relativa paz comercial entre las dos
colonias, aunque hubo enfrentamientos bélicos en los años 1690,1691 y 1694.
LA VILLA
NUESTRA SEÑORA DE LA CONCEPCIÓN DE HINCHA
El constante avance de los colonos
franceses obliga a la corona española a retornar a los territorios abandonados, principalmente
en el centro de la isla, que no habían
sido ocupados por los colonos franceses y se crean nuevas ciudades o villas.
Es cuando
en el 1704, se construye la villa Nuestra Señora de la Concepción de
Hincha en el devastado sitio donde estaba
la villa Lares de Guahabá. Allí se hace
un asentamiento de familias agrícolas y
hateras, traídas desde las islas Canarias, con el expreso propósito de
repoblar los territorios devastados y no ocupados por los franceses e impulsar
el desarrollo económico que tenía la colonia de Santo Domingo en los años 1502
al 1556, con las extracciones orificas y luego
en los años 1560 al 1602 con el auge de los ingenios y trapiches
azucareros y el crecimientos de los hatos. Para luego pasar a partir del 1606 hasta el 1706, a ser la cenicienta de
las colonias de España.
Todas las primacías, abstenidas de antaño, no
fueron tomada en cuenta por una España feudal, sedienta de oro como objetivo
primordial de su colonización, más que de una construcción de un imperio
militar y mercantil poderoso.
La Villa de Hincha había prosperado tanto que
para el año 1739, la población era de 500 colonos , en el año 1760 su
población era de 3, 092
personas, de los cuales 1, 443 eran esclavizados; al fundarse las villas:
San Rafael de la Angostura, San Miguel de la Atalaya y San
Gabriel de Las Caobas algunos de sus
habitantes emigran a esos nuevos lugares y en el censo del año 1783, la
población baja de 3,092 a 2, 993,
habitantes.
En el año 1744, se contaron en la villa de Hincha 19,335 cabezas de ganado y en
el año 1772 aumentó a 30, 000 cabezas de ganado vacuno.
El
historiador Pedro Cabrera, nos dice lo siguiente: ¨Toussaint logró
el control militar de la mayor parte del Valle de Hincha desde 1794, en nombre
de la República Francesa.
Por el Tratado de Basilea de 1795, la isla
completa pasa a ser propiedad de dicha República Francesa, pero no es sino
hasta 1801 cuando Toussaint hace valer ese tratado anexando el territorio de la
antigua colonia española al Saint-Domingue francés que él gobernaba. Proclamada
la Independencia Haitiana (1804), Dessalines consigna que al invadir el Este,
en 1805, los habitantes de Hincha "le abrieron las puertas al ejército
haitiano". Es en ese período cuando se produce la emigración de la mayor
parte de las familias españolas de Hincha al Cibao.
El Doctor Joaquín Balaguer en su libro Los Carpinteros nos relata los
siguiente: ¨Los haitianos iniciaron sus preparativos concentrándose en
Las Caobas, pueblo que luego del tratado de Aranjuez quedó perteneciendo a la
parte española, igual que San Miguel, Hincha y San Rafael, comunidades que
siendo del dominio español, ellos paulatinamente y con intención premeditada
venían ocupando. Llegaron hasta el fuerte Cachimán y desde aquí avanzaron hasta
la orilla del río Carrizal¨.
GENEALOGÍA DE LOS HABITANTES DE HINCHA
A partir del
1791, empiezan las familias que conformaban la villa de Hincha a huir productos
de la revolución haitiana mientras cientos de familias francesas buscan refugio
en Hincha, para evitar su decapitación de parte de las masas de esclavos
enardecidos.
Otros se
refugian en las ciudades fronterizas de
San Rafael, San Miguel, Las Caobas y Bánica.
Nos dice el historiador Don Vetilio Alfau
Duran en su libro titulado Mujeres de la Independencia lo siguiente: ¨Tanto de
Hincha como de San Miguel de la Atalaya, de San Rafael de la Angostura, de Las Caobas
y de Bánica, fueron muchas las familias que se vieron compelidas a abandonar
sus patrios lares debido a los desmanes de los negros haitianos. De Hincha
proceden los Rivera, los Cabral, Familias, Andújar, Luna, Medina, Santana,
Carbajal, Fragoso, y otras; de San Miguel de la Atalaya proceden los Febles.
Muchos miembros de estas familias comenzaron a distinguirse en la vida pública
dominicana desde los días iniciales de su llegada. Así los Febles, los Santana,
los Fragosos, figuran ya en 1808 en la Reconquista. Como la mayor parte de
ellas se establecieron en la región del Este, a eso se debe el que la común de
El Seibo fuera durante la dominación haitiana, «el centro de todas las conspiraciones»
como lo reconoció el presidente Charles Hérard Ainé.¨
En el año 1805,
Pedro Santana y Petronila Familia abandonan la villa de Hincha y buscando mejor
terreno para su ganado y la crianzas de sus hijos gemelos Ramón y Pedro Santana
Familia, nacidos el 29 de junio de 1801.
Esta familia se establecen en la villa de El
Seibo y en el 7 de noviembre de 1808,
Pedro Santana padre, participa activamente en la batalla de Palo Hincado, junto
al brigadier Juan Sánchez Ramírez. Cercenándole la cabeza a Louis Marie Ferrand y luego la
exhibió en la punta de su ballesta por el campo de batalla.
Francia ocupó
la colonia de Santo Domingo español desde el año
1802, hasta el 9 de julio de 1809, donde capituló gracias tras la ayuda
recibida de la Marina Real Británica.
Con el tiempo
Pedro Santana hijo, iba a ser una figura polémica e importante en el devenir
histórico de la naciente república Dominicana.
En un trabajo histórico de
Julio González, titulado: LOS
NIÑOS DE HINCHA, sobre la genealogía de los apellidos de los habitantes de
Hinchas nos dice: Con el devenir de los años, en 1791 se produjo la rebelión de
los esclavos en la colonia francesa de Saint Domingue, y en 1804 su
independencia del colonizador francés.
Esos hechos determinaron que los habitantes de Hincha, al igual
que los de otras comunidades de la zona, huyeran a la parte oriental de
la isla.
Gracias a la preservación de los libros de bautismo de Hincha
(1782-1894) en el Arzobispado de Santo Domingo, podemos determinar una buena
parte de los últimos niños nacidos en Hincha. Estos niños, ancestros de una
parte considerable de los dominicanos, en una especie de diáspora, huyeron con
sus padres a lugares como Dajabón, Santiago, Moca, La Vega, San José de las
Matas, San José de los Llanos, Higüey, El Seibo, Azua, Baní y Santo Domingo.
HINCHA ACTUALMENTE
El Valle de Hincha tiene 80 kilómetros cuadrados de extensión. Actualmente
Hincha, es la capital del Departamento Central de la Republica de Haití, con una población
aproximada de 70 mil habitantes. Un gran porcentaje de sus habitantes son
descendientes de dominicanos de los tiempos coloniales y se calcula que un 10 % de la población hablan español. Su
religión es la católica, sus habitantes hablan con orgullo de sus legítimos
compueblanos, el general Pedro Santana quien fue la primera espada y presidente de la Republica Dominicana y de
Carlomagno Peralte revolucionario
antiimperialista, que lucho en contra de la intervención norteamericana del
1915, en la Republica de Haití.
LA VILLA SAN
RAFAEL DE LA ANGOSTURA.
El historiador Manuel González en su libro titulado LA COLONIZACIÓN DE LA FRONTERA DOMINICANA 1680-1795,
nos ilustra con lo siguiente: En esa coyuntura de hegemonía de la
élite de HINCHA y de intento de control
jurisdiccional por parte de las autoridades militares nace la localidad de San Rafael de la Angostura. Erigida en
virtud del Real
Decreto del 2 de julio de 1761 por el
teniente coronel Andrés de Heredia, su proceso de fundación fue culminado el
año siguiente por el comandante de las fronteras del Sur, Fernando de Espinosa
y Miranda. En ella la hacienda pública gastó 88.791 reales y 16 maravedíes en la construcción de
la iglesia, un cuartel, casas de gobierno y de capellán y bohíos para las
familias, que recibieron un real por persona por un año para su alimentación
durante su asentamiento, semillas y animales. Asimismo se le pagó dos años
de congrua a su cura. En estos costos no estaban incluidos
los del traslado de las familias desde Canarias hasta
este destino.»
Continua diciendo: «El crecimiento
demográfico de San Rafael fue relativamente significativo en tan breve período.
En 1783 cuenta ya con 1.079 habitantes. Su censo ganadero era una década antes
de 2.000 reses vacunas». En 1764 el francés Lescallier, reseñó que era «una
población nueva y todavía en formación. La mayoría de sus habitantes son
isleños».
LA VILLA SAN MIGUEL DE LA ATALAYA
El vizconde de San Rafael
de la Angostura, José de Guzmán y Meléndez, en los terrenos de la Estancia Mari
Gallega, fundó la villa de San Miguel de la Atalaya en el año 1768; en esa villa mucho antes del Tratado de
Aranjuez, en el año 1773, se firmó el tratado de San Miguel de la Atalaya, entre los gobernadores de las colonias de
Santo Domingo Español y Santo Domingo Francés,
en el cual se dispuso la creación de dos comisiones para la elaboración
de una frontera entre las dos colonias tomando como referencia el rio
Pedernales y el rio Dajabón. En el año
1782, la población de San Miguel de la Atalaya era de 1131 habitantes.
ARGUMENTOS
LEGALES
El 20 de septiembre de 1697,
se firma el Tratado de RYSWICK, mediante este tratado todas las ciudades europeas y distritos conquistados en las
guerras desde la paz de
NIMEGA, firmada en el año 1678, debían ser devueltos. Entonces, Francia entregó Friburgo, Breisach y Philippsburg , al Sacro Imperio Romano Germánico, conservando Estrasburgo y España cedió a Francia en
América, los territorios ocupados en el occidente de la isla de Santo Domingo.
Luego el 3
de junio de 1777, se firma el tratado de
Aranjuez, donde se trazaron los límites definitivos y perpetuos de las
dos colonias Santo Domingo Español y Santo
Domingo Francés, las cuales se disputaban
la isla Santo Domingo.
En ese
tratado limítrofe HINCHA, San Miguel de la Atalaya, San
Rafael de la Angostura, Las Caobas, y el Valle de la Miel, eran comunidades de
la colonia española, por donde se trazaron
las líneas divisorias.
Mientras se daba en la colonia francesa de Santo Domingo, un fenómeno revolucionario de
trascendental envergadura, en la ciudad de Basilea, el 22 de julio de
1795, los monarcas de España y
Francia firman un tratado mediante el
cual España le cede a Francia la Colonia de Santo Domingo Español.
La Junta Suprema del
Reino de España, en la real orden expedida en el Alcázar de Sevilla el 22 de
Enero de 1809, integraba a la monarquía la parte española de la isla de Santo
Domingo, con sus límites establecidos en el tratado de Aranjuez de 1777 y con todas
las prerrogativas de las demás colonias.
Mientras esto sucedía
en la colonia de Santo Domingo se batían como fieras los criollos, blancos,
negros y mulatos leales a la madre patria,
contra los reductos del ejército francés al que decapitaron.
El ultimo espuelaso
se los dieron los ingleses, entonces aliados de España, capitulando la
gobernación colonial francesa, el 11 de Julio de 1809, quedando incorporada la
Colonia de Santo Domingo de nuevo a España; esta vez bajo el gobierno del intendente y capitán general
interino el caudillo de la Reconquista, brigadier don Juan Sánchez Ramírez,
oriundo de la villa de Cotuí.
Juan Sánchez Ramírez,
enfermo dio una proclama el 5 de febrero de 1811, donde le solicitaba al pueblo
sumisión a España y la paz con los vecinos haitianos. El 12 de febrero del
mismo año partió hacia el mundo de los muertos. Entonces, le toco el mando
colonial al coronel don Manuel Caballero, hasta el 6 de mayo de 1813, cuando
llega desde el reino de España a ocupar la vacancia con el grado de capitán general de la colonia el brigadier
don Carlos de Urrutia y Matos, una de su primera medida fue según nos narra
José Gabriel García, abrir una investigación acerca del paradero de las
alhajas, sobre todo de los pueblos del Sur, de los cuales estaban desbastados a
causa de la guerra habida en la confluencia de los siglos pasado y presente,
los de San Rafael, San Miguel de la Atalaya, Hincha, Bánica y Las Caobas, en
cuya reorganización no había podido ocuparse el gobierno todavía¨.
El 20 de julio de
1814, Francia le devuelve el derecho a
España sobre la colonia de Santo Domingo Español, dejando sin efecto el Tratado
de Basilea del 22 de julio del año 1795.
No obstante los
políticos y gobernantes del vecino Haití, solo estaban esperando una oportunidad
para hacer posible la idea de Toussaint Louverture sobre indivisibilidad de la
isla.
El historiador José
Gabriel García nos dice al respecto: ¨Desde el 5 de diciembre de 1820 empezaron
a propagarse por los pueblos de la banda Sur los rumores alarmantes de que los
haitianos meditaban proyectos de invasión sobre el territorio de la parte
española, asegurándose que el teniente coronel Desir Dalmazí había visitado a
Hincha, Bánica, Las Caobas, Las Matas y San Juan, autorizado por el presidente
Boyer, que acababa de vencer la insurrección de Goman y se proponía recorrer en
son de pacificador las comunes de la Grand Anse, para hacer proposiciones de
voluntario sometimiento, e intimidar los ánimos en caso de que estas no fueren
admitidas, con la amenaza de que la Republica echaría mano de la fuerza
armada para lograr la empresa, a la cual
formaban buena atmósfera en las fronteras del norte el impenitente Tavares,
José Justo de Silva, Amarante y otros obsesionados.¨
Boyer, mediante una ley del 17
de octubre de 1821, despegó los muros divisorios de San Miguel de la
Atalaya y San Rafael de la Angostura. Para de una forma inconsulta anexarse la
colonia de Santo Domingo Español; El
padre de la historia dominicana José Gabriel García nos dice al respecto:
…prueba concluyente de que no fue sino entonces, cuando ya la dominación
española de la isla se hallaba en su ocaso, que se atrevió Boyer a no respetar
los límites fijados por el tratado de 1777, sin duda porque veía llegar el
momento de inaugurar sin peligro con hecho semejantes, a todas luces
atentatorios, el atrevido proyecto de ocupación general que perseguía, y para
cuya realización no esperaba sino que le fueran propicias las circunstancias,
resultando de lo expuesto que la opinión emitida por Mr. D. Jean-Joseph en su
libro titulado QUESTION DOMINICAINE; NOS LIMITES FRONTIERES, relativa a la
completa desaparición de las fronteras terrestres, a causa de la confusión de
los dos territorios, carece de sólido fundamento, toda vez que en la ley a que
hacemos referencia reconocieron el
congreso y el gobierno de consumo, una
línea divisoria que, partiendo de la boca y orilla derecha del rio
Pedernales o des-Anses-a-Petre, iba a terminar en la orilla izquierda y boca
del rio Dajabón o Masacre, dejando al Este la montaña del Bahoruco, la Laguna
de Enriquillo, Las Caobas, Hincha y la sabana de Guaba, para pasar por Loma
Sucia, las cabezas del rio Guaraguei y la cumbre de la Cupalinda, puntos todos
de la última demarcación internacional, alterada solamente la estrecha zona
perteneciente a los dos pueblos usurpados por el rey Cristóbal¨. Termina la
cita.
En el 1900, bajo el
gobierno de Juan Isidro Jiménez, la Republica Dominicana, ocupo la ciudad de
Hincha, alegando su pertenencia, esto trajo serias protesta del gobierno haitiano,
hasta que ambos países acordaron los límites
actuales del tratado de 1929.
Como producto de la anexión de la
Republica Dominicana a España anunciada
por el General Pedro Santana, el 18 de marzo de 1861, en enero del
1862, la reina de España Isabel II,
emitió una ordenanza real
declarando la intención de recuperar los territorios que tanto Toussaint
en 1794; Como Boyer en 1821 habían anexado a Haití ( Hincha, Las Caobas, San
Rafael y San Miguel de la Atalaya), Situación esta que puso a la defensiva al
presidente de Haití Fabre Geffrard, el cual se tornó hostil contra España, favoreciendo los planes
de los patriotas restauradores con armas, dineros y hombres.
A CERCA DEL
TRATADO DE 1929
De ese tratado de 1929, nos dice Luis Julián Pérez en su libro Santo
Domingo Frente al Destino: ¨el tratado de 1929 entre Vásquez y Bornó venía a
reconocer y sancionar la pérdida de todas las tierras usurpadas por Haití, al
este de la línea de Aranjuez, pero eso dejó insatisfecha la aspiración de los
haitianos. Todavía querían más y Trujillo, en interés de zanjar el diferendo de
esta cuestión secular, hizo un nuevo sacrificio y cedió un saliente de la línea
fronteriza conocido con el nombre del Valle de la Miel, con lo que al fin se
logró que pudieran los técnicos iniciar su trabajo del trazado fronterizo y el
establecimiento inmediato de los bornes marcadores de dicha línea. ¨
Resumen de la
ratificación del tratado de 1929.
¨El Presidente de la República de
Haití, Dr. Stenio Vincent y el Presidente de la República Dominicana,
Generalísimo Dr. Rafael L. Trujillo Molina iniciaron desde Octubre 18 de 1933
en las ciudades de Dajabón y Ouanaminthe, conversaciones directas
y personales con el objeto de
convenir los medios de poner fin a las dificultades surgidas con motivo del
trazado de la línea determinada como demarcación fronteriza entre las dos
Repúblicas, de acuerdo con el Tratado del 21 de Enero de 1929.
Las dificultades surgidas, consignadas en el acta Núm.
89 de la Comisión Delimitadora de Fronteras Domínico-Haitiana, fueron las
siguientes:
1". Determinar la cabezada del Río Libón:
2. Determinar el curso que después de la estación de
transito 805 en el camino de Restauración a Bánica debe seguir la frontera
hasta llegar al Río Artibonito;
3'. El curso que debe seguir la frontera entre San
Pedro y el fuerte Cachimán:
4". El curso que debe seguir la frontera entre la
cabezada del Arroyo Carrizal, Rancho de las Mujeres y Cañada Miguel;
5. El curso que debe seguir la frontera entre Gros
Mare y la cabezada del Río Pedernales.
Ha sido convenido resolver esas dificultades como
sigue:
PRIMERA DIFICULTAD: Fijar como nacimiento o cabezada
del Río Libón el punto donde los ríos Marigoyenne y Tenebras se unen formando
desde allí aguas abajo el Río Libón. La frontera, en consecuencia, irá en una
línea recta desde el padrón N-8 en Mont Grimé hasta encontrar dicho punto.
SEGUNDA DIFICULTAD: La Segunda Dificultad queda
resuelta con el arreglo del protocolo de la Miel.
TERCERA DIFICULTAD: Esta ha sido resuelta así: desde
el punto SP4 marcado por la Comisión Delimitadora de Fronteras
domínico-haitiana en el paraje de San Pedro sobre el Río Macasías la línea
seguirá por la cima de los cerros, descendiendo a Tumba la Rosa, pasando por
Dame Jeanne Cassée y por el cementerio al punto ya establecido en el fuerte
Cachimán. De este último punto al Río Carrizal dejando el camino Real en
territorio haitiano. Río Carrizal aguas arriba hasta su cabezada.
CUARTA DIFICULTAD: De cabezada de Carrizal a Mare
Zephir (Rancho de las Mujeres) pasando por Maison Madame Salomón; de aquí a
Cañada Miguel.
QUINTA DIFICULTAD: La línea partirá de Gros Mare a
encontrar la cañada bien definida en Mare Orange; de ahí al Source Bonite,
cabezada del Río Pedernales. Los bornes intermediarios serán colocados
ulteriormente.
Con el arreglo de estas cinco dificultades que fueron
las que quedaron pendientes y detuvieron la ejecución del trazado de la línea
convenida por el Tratado del 21 de Enero de 1929, se terminará la cabal
ejecución de dicho Tratado.
Luego continua diciendo: Se ha convenido en concertar
un protocolo adicional cuya base sea el establecimiento como línea de frontera
entre los dichos Pase Maguanne y Bánica de un camino ribereño y bordeando los
Ríos Libón y Artibonito construido a expensas de los dos Gobiernos, bajo
especificaciones de construcción que serán determinadas en el referido
protocolo. El protocolo, que establecerá el derecho igual al agua de los ríos
Artibonito y Libón por haitianos y dominicanos, será redactado en cuanto los
Ingenieros de ambos Gobiernos trasladándose a los lugares hagan el estudio
técnico, final del camino.
Santo Domingo, Capital de la República Dominicana,
El 27 de Febrero de 1935¨.
Luis Julián Pérez nos dice al respecto: ¨con el Protocolo de 1935,
suscrito por Trujillo y Vincent, parecía que se había arribado a un arreglo
definitivo del conflicto. No satisfecho con ese logro, tan deseado por los
dominicanos durante siglos, dispuso Trujillo su política de dominicanización
fronteriza, en ejecución de la cual ordenó poblar toda la región con ciudades y
villas, colonias agrícolas y fortalezas militares, duplica los sueldos de los
empleados públicos de la región, construye caminos y carreteras, presta la
mayor atención a los servicios de educación y de salud pública y emprende la
creación de extenso trabajo en la agriculturas y la ganadería. Todo para llevar
al ánimo de los dos pueblos que se construía una verdadera frontera viviente a
todo lo largo de la línea limítrofe, con lo que quiso disuadir para siempre
cualquier intento de futura usurpación. ¨
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González: La Colonización de la Frontera Dominicana 1680-1795,
10-
Don Vetilio Alfau Duran: Mujeres de la Independencia
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