Por Tirso Medrano
Las devastaciones del gobernador Don Antonio Ozorio en los años
1605 y 1606. Desarticularon la floreciente economía que vivía la colonia de
Santo Domingo en ese momento. Fueron muchas las familias que emigraron a Cuba,
Puerto Rico, Venezuela y a otras islas vecinas. La familia empezó a
desmembrarse productos de la miseria que trajo tan cruel y fatal medida. Los
ingenios de la parte norte de la colonia se perdieron al igual que los hatos
ganaderos, las siembras de algodón, caña de azúcar, las minas y otros cultivos,
amén de los incendios de, bohíos, ermitas y predios de subsistencias. Más de la
mitad de los habitantes de la isla fueron trasladados en contra de su voluntad,
hacia la región este de la isla. Se hicieron asentamientos humanos en la ciudad
de Santo Domingo y sus alrededores. En febrero de 1605 el Gobernador destruye
las ciudades del noroeste y funda las ciudades de Monte Plata y Bayaguana. A
partir de ese momento la Colonia de Santo Domingo, emprende el camino de la
miseria, la descomposición social, el relajamiento de las costumbres y lo que
era una colonia floreciente se derrumba y empieza a vivir del ducado que venía
de Méjico.
España con su sed de buscar oro desde antes de la devastaciones le había perdido interés a esta colonia donde ya el oro era escaso y se estaba sustituyendo por los trapiches e ingenios azucareros. En la colonia se hablaba de los grandes descubrimientos de oros allende los mares.
Los grandes señores esclavistas se retiraban con sus esclavos o partes de ellos, al igual que los comerciantes, los sacerdotes y profesionales. La colonia quedaba casi desierta. Ya no había aborígenes que esclavizar, los pocos se habían mezclados con los españoles y los negros; ahora sus descendientes se consideraban ¨blanco de la tierra.¨ o criollo.
La devastaciones de Osorio, incentivaron las huidas de blancos, negros y mulatos a las montañas donde habían manieles, a los palenques (villorrios a la orillas de la mar), y a los pueblos abandonados.
Ya los negros esclavizados se convertían en libres, huyendo hacia la Cordillera Central; hacia el norte de la isla. Los mismos que muchos blancos y mulatos; también huyen zambos y aborígenes, producto de la subsistencia.
El mulato Hernando Montoro, se convierte en el líder de la
rebelión de Guaba, en contra de las devastaciones. Negros, blancos y mulatos se
les unen.
Para ese entonces habían muchos negros que habían comprado u
obtenidos su libertad y vivían en las Ciudades de Santo Domingo, Santiago y sus
alrededores. Ejerciendo varios oficios, como recueros, aguateros, venduteros de
hojas y piedras; otros se convierten en pequeños hateros, carniceros, agricultores,
artesanos, curanderos, curtidores de cueros, carreteros, pescadores, etc. Y
tenían sus cofradías, muchas de ellas dentro de las iglesias con la cofradía de
San Juan Bautista, la cual el Papa Paulo V, en el año 1606 concede algunos
privilegios a sus miembros para que operen libremente. En la medida en que la
Colonia se va empobreciendo las leyes esclavistas se van haciendo menos
exigentes. En el 1610, se celebró un sínodo en el que se dispuso que los dueños
de ingenios y otras unidades productivas que tuviesen esclavizados, tuvieran
que enseñarles las doctrinas cristiana, oraciones, ir a la iglesia los domingos
y días festivos y enseñarlos a persignarse.
Esta reseña histórica es lamentable e interesante para mis conocimientos.
ResponderEliminarMuchas gracias por su valiosa investigación.