martes, 1 de diciembre de 2015

Tainos








EL AREITO DE ANACAONA


El areito era la manifestación que agrupaba o reunía en un mismo espacio las actividades de bailar, cantar y  tocar; podríamos decir que era especie de un gran teatro donde todos los grupos se juntaban a disfrutar, a celebrar, a festejar algo.    Eran motivos de un areito la llegada de la primavera, el tiempo de la cosecha, la abundancia en la pesca, la celebración de algún acto heroico y hasta para recibir algún visitante distinguido. Lo religioso y lo trivial se mezclaban en este festejo llamado Areito. El padre Las Casas, nos relata: ¨cuando se juntaban muchas mujeres indias a rayar las raíces de  que se hacia el cazabe, cantaban ciertos cantos que tenían muy buena sonata¨. Fernando de Oviedo, cita que:  ¨en el areito que dio la cacica Anacaona al gobernador de la española andaban en las danzas más de trescientas doncellas todas criadas suyas mujeres por casar¨. El  Almirante Cristóbal Colon nos dice: ¨tenían un cantar hasta cuando hablaban¨.
El historiador y antropólogo cubano Fernando Ortiz, asegura que: ¨nada musical de los indios fue transmitido a sus sucesores en el dominio de las Antillas¨.  En otra cita el mismo Fernando Ortiz nos dice: ¨El mito de la supervivencia india en la música a estado perturbando la apreciación objetiva de la verdad histórica y hay que desvanecerla definitivamente¨.
El investigador cubano Adolfo Salazar, nos refiere lo siguiente: ¨la música negra más elaborada que  la indígena ahogo la resonancia de esta con la superioridad de los instrumentos…… los tambores membrafonos, los percusivos metálicos, las melódicas marimbas y marimbulas, las arpas y las liras, y los arcos monocordes. La música de los blancos y los negros probablemente esta, más que aquellas por estar más en contacto hicieron callar la más atrasada de los indios¨.
 Doña Flerida de Nolasco, investigadora del folklore dominicano, nos dice que: ¨no hay huellas de indigenismo en la música de tipo folklórica en Santo Domingo, serios estudios han probado que los deseos son inútiles cuando se trata de forzar la realidad histórica¨.


EL FALSO AREITO DE ANACAONA

Los cronistas de indias han recogido literalmente las formas e instrumentos de los bailes aborígenes. Pero en cuanto a partitura musical, todo lo que han encontrado es una escala heptofónica usada en la música española.  En esta escala se escribió el areito de Anacaona, los investigadores coinciden en que la escala musical de los aborígenes debía de ser pentafónicas.
Fernando Ortiz asegura que: ¨el areito de Anacaona es un cuplé usado en Haití por los negros del vudú en sus luchas contra los blancos. ¨ hay datos históricos que aseguran que este areito fue mandado a hacer por Henry Christopher, quien tenía un sequito de músicos, cantantes y bailarinas, quienes en el momento del almuerzo les interpretaban el areito de Anacaona.  Este areito se lo compuso un músico francés y fue recogido en  el 1847, por una comisión investigadora de las culturas de las tribus indígenas de América, nombrada por el congreso de los Estados Unidos de Norteamérica. Sus letras son las siguientes:

Aya bomba ya Bombay,
La Massana Anacaona.
Van van tuvana dogay,
Aya bomba ya Bombay.

Estas letras como se puede leer son africanas de origen Bantú. Oigamos los que nos dice al respecto Fernando Ortiz: ¨los patriotas haitianos deseosos de ocultar el carácter radicalmente africano de aquellas palabras  de conjuros a los manes bantús de sus antepasados, inventaron para decírsela a los blancos que le interrogaban, una tradición falsa pero verosímil, como un canto revolucionario propio de la época.¨ Ya sabemos que  si existió el  areito de Anacaona por los que nos dicen los cronistas de indias; pero no tenemos partitura musical del mismo, ni existen vestigios musicales ni oral, ni sonoro disgregado en la población criolla de la República de Haití, ni tampoco de la República Dominicana.  Solo sabemos que los aborígenes bailaban, cantaban, tocaban, actuaban y jugaban; pero no existe una reproducción folklórica generacional, de estos actos ya que con el exterminio de esa raza, solo nos quedan vestigios culturales tales como algunos instrumentos idiófonos como reliquias musicológicas, jeroglíficos en cavernas pre colombinas, vasijas de barros, seniles de piedras y la elaboración del cazabe y la hamaca que todavía perviven como el cachimbo, la tizana y el bohío, cementerios tainos;  Amén de algunos vocablos diseminados en el español latinoamericano tales como: huracán, tinaja, guayo, canoa, bejuco, hamaca, canoa, cibao, Haití, manatí, yuca, batata, jutia, guácara, ceiba, seíbo, cachimbo y otras  que por razones de tiempos nos reservamos.
Nuestra folklorista Flerida de Nolasco, nos dice lo siguiente: ¨Huelga decir que nunca podría llamarse folklore musical a lo que se ha atribuido a la reina Anacaona. Se llama folklore musical a lo que sobrevive de una civilización, los que quedan de los pueblos barbaros y semis barbaros, correspondientes a otra rama del conocimiento. Los estratos folklóricos de Santo Domingo comienzan con la civilización, es decir, con el asiento de los conquistadores hispánicos.¨


INSTRUMENTOS MUSICALES TAINOS



Los aborígenes de las Antillas tenían muy pocos instrumentos musicales, eso se lo podemos achacar al estado primitivo en que se encontraban en el momento del choque cultural y a la falta de contacto con los pueblos de tierra firmes del continente. 

El folklorista Fradique Lizardo nos dice: ¨Los membráfonos eran inexistentes ya que no se reportan, sino por el contrario se hace salvedad de que no los había¨. Al mismo tiempo nos aclara: ¨Los aerófonos encontrados hasta ahora, no creo que sirvan para hacer un gran acompañamiento¨. 
Fradique resalta que los instrumentos aborígenes de mayor credibilidad encontrados en la isla la Española o Haití, son idiófono de escasa melodía. Ejemplo de ellos las maracas, las Sartas de Conchas y el Tambor sin parche llamado Mayohuacan. Fradique pone en tela de juicio el origen taino de algunos aerófonos tales como el de la Flauta Ocaina y el del Silbato de Hueso. 
El Silbato de Hueso, es reportado por el investigador Marcio Veloz Magiolo, el cual solo reporta uno. Es sabido que los aborígenes caribes hacían una flautilla con los huesos de sus enemigos, los mismos hacen todavía los indios de tierra firmes.
De la Flauta Ocaina solo se han reportado hasta la fecha cinco y de los Címbalos o Crótalos metálicos, solo se han reportado uno. Fradique sostiene la teoría de que la Gayumba portátil, no es de origen taino, sino africano. Si nos apegamos a la verdad histórica encontraremos que Fradique tiene la razón. Hurgando en los documentos de los cronistas de india hemos podido encontrar una descripción de la Maraca, hecha por el Fraile Bartolomé de las Casas, la cual la describe de la siguiente manera: ¨Tenían unos cascabeles muy sutiles de maderas, muy artificiosamente con unas piedrecitas las cuales sonaban poca y roncamente¨. 

Del uso del tambor usados por los aborígenes es sabido por todos los cronistas, los cuales lo registran como parte del ceremonial de la Cohoba y del Areito. Fernando Ortiz nos dice al respecto: ¨De las noticias de los antiguos, se deduce claramente que los indio antillanos, usaban para su música ciertos tambores llamados Mayohuacan, hechos todos de madera y sin cueros¨. 

Los aborígenes cubanos usaban instrumentos cordófonos y aerófonos. Al respecto Fernando Ortiz nos dice: ¨Y además tenían guamos o grandes Cobos y pequeños caracoles marinos como trompas, ciertas Flautillas construida quizás de canutos o de huesos, maracas y cascabeles hechos de conchas univalvas. Es cuanto se sabe de sus instrumentos musicales, a parte de las cuerdas vocales de sus gargantas¨. 

En esta isla habían tambores, eso lo confirma Fernando de Oviedo, cuando escribe: ¨Algunas veces junto con el canto mezclan un tambor que es hecho de un madero redondo, hueco cóncavo y tan grueso como un hombre y más o menos como lo quieran hacer¨.
 
También los tainos usaban caracoles como instrumentos musicales. López Gomara, narra los siguientes: ¨ Venían los hombres pintados de negros, colorados, azules y otros colores o enramados de flores y plumajes, caracoles y conchuelas en los brazos y piernas por cascabeles¨. 

Sabemos que los aborígenes no pudieron usar pieles en sus tambores porque ellos no conocían animales que la tuvieran. En esta isla no había animales cuadrúpedos de gran tamaño que pudiesen tener cueros de gran grosor como para hacer parche sonoro.
 
El Jututo, es un aerófonos de escasa melodía es posible que fuera usado tanto en el areito como para aviso de guerra. 

Sus instrumentos eran escasos, monorrítmicos o idiófono, amén de las cuerdas vocales que las usaban en todas sus manifestaciones.


1 comentario:

  1. Sus investigaciones me resultan bastante educativa y le agradezco como usted ha decido compartirla de manera gratuita a los demás.

    Muchas gracias

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